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En un austero y sencillo acto, efectuado en uno de los salones del Hotel Intercontinental el pasado 2 de diciembre, asumieron sus cargos los miembros del Consejo Directivo de la DAIA electos el 2 de noviembre pasado.
Un numeroso público colmó las comodidades previstas, debiendo una cantidad apreciable de estos permanecer parados durante el transcurso del acto, conformado por dirigentes comunitarios pertenecientes a las instituciones adheridas a la DAIA y a las Filiales DAIA del interior del país, familiares de los miembros salientes y entrantes del Consejo Directivo de la DAIA, miembros del cuerpo diplomático, legisladores nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires, e invitados especiales, entre los que se destacaban el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak; la presidente del INADI, María José Lubertino; el director general Relaciones Institucionales de la ciudad de Buenos Aires, Claudio Avruj; el embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit; los presidentes de AMIA y OSA, Guillermo Borger y Carlos Frauman, respectivamente; el presidente de la junta directiva del Congreso Judío Mundial, Eduardo Elsztein; el director del Congreso Judío Latinoamericano, Claudio Epelman; el director del Centro Simon Wiesenthal para América Latina, Sergio Widder; el asesor y anterior director del Congreso Judío Latinoamericano, Manuel Tenenbaum.
La DAIA recibió en las 48 horas anteriores al acta una gran cantidad de salutaciones felicitaciones y augurando éxitos, de personalidades que no pudieron hacerse presentes, entre ellas la del Vicepresidente de la Nación, Julio Cesar Cobos; del Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri; de los gobernadores de la provincia de Mendoza, Celso Jaques; de la provincia de Santa Fe, Hermes Bilner; de la provincia de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, el de la provincia del Chaco, Jorge Milton Capitannich; el Administrador Diocesano del Obispado Castrense de Argentina, monseñor Pedro Candia; Patricia Bulrich, Adrián Peres.
El acto se inició con la proyección de dos salutaciones a los miembros entrantes del Consejo Directivo de la DAIA, de de Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial y de Jack Terpins, su homólogo del Congreso Judío Latinoamericano.
El primer orador de la noche fue el ministro Julio Alak, quien expresó: “Quiero, en este acto tan importante para la comunidad judía y para nuestro país, destacar tres valores. El primero, el valor de la institución, la DAIA desde su fundación ha sido una de las instituciones más importantes de la comunidad judía y de nuestro país. Ha estado siempre junto a la comunidad y las instituciones judías que trabajaron en soledad, muchas veces, a lo largo y a lo ancho de todo el país para recibir a las miles y miles de familias que desde los distintos puntos del mundo vinieron a este país, especialmente de Europa y de Asia para la construcción de una familia y para colaborar en el desarrollo y construcción de esta patria. Nuestro agradecimiento a la DAIA por el esfuerzo que ha hecho siempre en coordinar a todas las instituciones judías en la Argentina y además en colaborar en el desarrollo de la patria. En segundo lugar destacar el esfuerzo y la dignidad de la DAIA cuando nuestro país sufrió los dos salvajes atentados, en 1992 y en 1994, que costaron más de 120 vidas y que buscaron, como todo ataque terrorista, un efecto simbólico, que fue la destrucción de la embajada, simbolizando la destrucción del Estado de Israel y la destrucción de la AMIA, simbolizando en ese acto, la destrucción de la comunidad. La DAIA y todas las instituciones judías supieron reaccionar rápidamente para exigir la condena de estos dos salvajes atentados, y además el esclarecimiento judicial y el castigo a los culpables. La DAIA permanentemente trabajó en la búsqueda de estos objetivos, y logró - luego de un tiempo demasiado prolongado de impunidad, que se modifiquen estrategias judiciales y que finalmente la justicia identifique a los responsables y se libren las capturas correspondientes a través de INTERPOL para que los autores intelectuales y materiales sean extraditados a la Argentina y juzgados. Exigencia que la Presidente de la Nación ha planteado permanentemente, incluso en las Naciones Unidas. Por otra parte destacar el valor del Consejo Directivo. El Consejo Directivo está integrado en su totalidad por dirigentes moralmente honestos e intelectualmente lúcidos y políticamente representativos de toda la comunidad judía de la Argentina. No muchas instituciones tienen el nivel de participación, de compromiso y de dinámica de trabajo, como tiene la DAIA. Por eso hoy queremos saludar especialmente a este consejo directivo que hoy asumen y como dijo un pensador, las entidades valen de acuerdo a los dirigentes que la conducen y la DAIA ha tenido este prestigio, histórico y presente, en función de los dirigentes que la han sabido conducir. Por último el reconocimiento a su presidente. No es fácil contar, hombres o mujeres, que tengan la altísima responsabilidad de asumir la conducción de instituciones que tenga la importancia de la DAIA. NO es fácil encontrar hombres o mujeres que desde jóvenes se comprometan con las instituciones y que de muy joven hayan demostrado la vocación de trabajar por la comunidad y por la patria. No es fácil tampoco que esos dirigentes puedan permanecer en la función mucho tiempo, por el tiempo que le demanda sacárselo a su trabajo a su familia. No es fácil, también, que las familias comprendan las ausencias de esos dirigentes. No es fácil que esos dirigentes tengan además de reconocimiento nacional, reconocimiento mundial y que un consejo mundial lo haya reconocido como el mejor dirigente de entidades judías de América. Por eso hoy estamos acá para felicitarlo y para darle todo, ir respaldándolo y darle fuerza a este gran dirigente, no de la DAIA ya, sino de la democracia argentina que se llama Aldo Donzis. Felicitaciones”
Luego de este conceptuoso mensaje, se proyectó un material especialmente realizado que resumía la gestión llevada a cabo por quienes culminaban su mandato en la DAIA.
Posteriormente se dirigieron a los presentes el profesor Manuel Tenenbaum, quien con se refirió al objetivo de la DAIA y el embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit, quien entre otros conceptos destacó “el trabajo de duro que mantienen los dirigente de escucha permanente, pese a que no siempre cuentan con todo el apoyo (…) Lo más difícil y los más importante, y al mismo tiempo lo más simple, es mantener unida a la comunidad judía” para referirse luego a la tarea que desarrolla la DAIA y que el apreció durante este año, el primero de su gestión diplomática, donde debido a la operación militar israelí “Plomo Fundido” debió hacer frente a un sostenido ataque al Estado de Israel y la comunidad judía.
Concluida la salutación del embajador Gazit se proyecto la grabada en los Estados Unidos por el director nacional de la Anti-Defamation League – ADL, Abraham Foxman.
Un momento muy emotivo del acto fue el de la entrega de distinciones a los miembros del Consejo Directivo saliente y a los miembros del Comité Electoral, en especial las entregadas a la esposa de Edgardo “Coco” Waissbein z’l y a los hijos de Samuel Chiron z’l, dirigentes que fallecieron mientras eran directivos de la DAIA.
Finalmente se presentó a los integrantes del nuevo Consejo Directivo, quienes acompañaron al reelecto presidente de la institución, Aldo Donzis, durante su discurso.
Aldo Donzis expresó en primer término: “Hemos gestionado en estos últimos tres años en momentos muy difíciles, muy complejos, que requirieron en algunas circunstancias, ante problemas de alta complejidad, soluciones de alta complejidad, y que en muchos momentos exigio mucha creatividad e inteligencia para que en situaciones muy complejas, y a sabiendas que algunos sectores nos iban a criticar, hemos tenido el coraje político de hacer exclusivamente lo que tenemos que hacer: lo correcto. A pesar de todas estas vicisitudes que hemos tenido que afrontar en estos tres años, internas en la institución y fuera: nacionales e internacionales, también hemos podido avanzar en gran medida y altísimo porcentaje en cada uno de los postulados que contenía nuestro proyecto hace tres años. Hemos trabajado en todas aquellas cosas que para nosotros era imperativo en aquel momento, en la distribución de tareas, en poder diversificarnos, poder trasladar hasta el pensamiento y el análisis político, en poder modificar, esencialmente, la imagen institucional, que ha cambiado rotundamente. En poder vincularnos rápidamente con todas las instituciones representadas, quienes son los dueños de la DAIA y esto ha dado como resultado poder trabajar con todas las instituciones y su gente. Un resultado extraordinario: que esta comunidad ya no es más indiferente, es una comunidad comprometida y que ve a la DAIA, a su institución representativa como su propia casa y ya se alejan las acusaciones y las críticas para haber colaboración y protagonismo, y esto ha permitido en los últimos meses enorme con la dirigencia de todas las instituciones hasta poder alcanzar este proceso electoral, debiendo dar un profundo agradecimiento a todo el comité por haber llevado esa tarea, que no es nada fácil dentro de la comunidad, con la altura, la seriedad y la prolijidad con que se llevó. Que si hubo fallas fueron por el Estatuto pero no por el proceso electoral”.
A continuación se refirió al accionar de la nueva gestión que se estaba iniciando, diciendo: “Así estamos comenzando ahora nuevamente, renovados en nuestras energías pero con experiencia acumulada, para poder avanzar en todos aquellos segmentos que nos falta todavía trabajar, pero que no es mucho el camino a recorrer pero con toda la experiencia y un equipo nuevo, seguramente es más fácil. Es trabajar en todo lo que hemos escuchado hoy, todas aquellas competencias que tienen que ver con nuestra misión institucional, que es la defensa de la dignidad, los derechos humanos, la lucha contra el antisemitismo, la discriminación, luchar contra ese flagelo que es el terrorismo internacional y abocarnos básicamente en aquello que todavía nos duele, que son las causas del los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA, en el año ’91 y en el año ’94, con quien estamos trabajando no sólo con los familiares de las víctimas de la AMIA sino profundamente y muy cerca con los familiares también del atentado a la Embajada. Vamos a trabajar también en algo muy importante, y es poder terminar de resolver aquello que nos afligió durante mucho tiempo que es el presupuesto institucional, que nos permita tener esa estructura que hoy necesita la DAIA para poder ser la institución política de la jerarquía que se merece. Y vamos a seguir trabajando de cara a la comunidad, nunca de espalda, y nos comprometemos acá, todo este equipo, acá frente a todos, a que en cuanto alguno de nosotros piense en tener alguna doble intencionalidad o algún personalismo por encima del bien comunitario y del bien común, que seamos nosotros mismos los que seamos capaces de decirlo en el seno de nuestra institución. He dicho hace tres años, cuando comenzó esta gestión que íbamos a alzar la voz enérgicamente por alguna cuestión o alguna acción antisemita o discriminatoria, pero también dije que nos íbamos a poner de pie para aplaudir todas aquellas acciones que propendan a mantener los postulados de la democracia y los derechos humanos. Hoy la comunidad judía va a seguir contando con esta DAIA, la que va a tener siempre las puertas abiertas como hasta ahora, la que va a encontrar siempre oídos dispuestos desde la secretaría de Asuntos Interinstitucionales hasta la presidencia para poder entender los problemas, resolver sus cuestiones, poder atender – como hasta ahora – a lagunas familias que incluso están alejadas de las grandes ciudades, en algunos pueblitos, pero sin embargo se han podido conectar con la DAIA para atenderle los problemas. Y el Gobierno Nacional va a encontrar la nobleza de quien representa a un sector muy importante de la sociedad argentina, va a encontrar la sensibilidad de quien entiende perfectamente los problemas nacionales y de la sociedad, pero también va a encontrar la firmeza de quien representa con convicción, profunda convicción, defender los intereses y la dignidad de la comunidad judía argentina”
Aldo Donzis concluyó sus palabras agradeciendo a quienes lo acompañaron en la gestión los últimos tres años, a los funcionarios y empleados de la DAIA, y a su familia”
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