Rojel Krishevsky, una mujer ortodoxa, acaba de fallecer a los 99 años de edad dejando al menos 1.400 descendientes entre hijos, nietos, biznietos y tataranietos. Ella murió rodeada de su amada familia.
La señora Krishevsky se casó con su primo Itzjak antes de cumplir los 19 años. La pareja trajo al mundo a siete hijos y cuatro hijas. De acuerdo con la costumbre jaredí la señora Krishevsky les transmitió a sus hijos la visión de que los niños eran una gran felicidad. Subsiguientemente, sus hijos adoptaron esa visión y tuvieron, por su parte,150 hijos. Esos hijos tuvieron por lo menos 1.000 hijos. De aquí en más, su linaje siguió desarrollándose, por lo cual Rojel Krishevsky recibió la bendición de ver a algunos cientos de tataranietos.
Debido a su extensión numérica, la familia no tiene claro cuántos descendientes tiene con exactitud. “Se estima que la familia está compuesta por unas 1.400 personas, dado que casi todos los que pertenecen a la línea familiar recibieron la bendición de tener muchos hijos”, declaró uno de sus nietos.
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