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Agradezco a Hashem poder escribir este artículo cerca del comienzo del nuevo año referido a un tema que constituye una fuente de gran satisfacción y de esperanzas para el futuro.
Si damos una mirada a lo que está ocurriendo en Eretz Israel con respecto a la expansión de las comunidades religiosas, observaremos un cambio que no hace mucho tiempo atrás estaba muy lejos de nuestros más remotos sueños.
Le agradecemos a D”s el hecho de que la cantidad de judíos ortodoxos se haya incrementado de manera tan notable, tanto como producto de un crecimiento natural como de una ampliamente difundida educación basada en la Torá. Cualquiera que tenga ocasión de observar lo que ocurre en los barrios religiosos, verá cuán bellamente están viviendo las familias.
Recuerdo años atrás lo difícil que resultaba convencer a los Sefaradim de que envíen a sus hijos a las escuelas religiosas. En aquellos tiempos, el Departamento de Trabajo era parte de la Histadrut, y sus dirigentes anti-religiosos tenían todo el control sobre el empleo. Cuando alguien iba a solicitar un trabajo se le decía que si no mandaba a sus hijos a las escuelas seculares del estado, no iba a recibir ningún empleo. Y si luego trataba de trasladar a sus hijos a escuelas religiosas, se le advertía que iba a ser despedido de su trabajo.
La situación era muy deprimente. Nosotros tuvimos que luchar muy duramente por los derechos de los padres de enviar a sus hijos a escuelas religiosas sin que ello implicara la pérdida de sus empleos. Los tiempos eran muy difíciles.
También recuerdo un período en el que resultaba muy desalentador ver cuán escasos eran los varones mayores de los sefaradíes (entre aquellos que habían conseguido ir a escuelas religiosas de enseñanza básica), que continuaban sus estudios en Ieshivot. Uno podía contar con mucha facilidad la cantidad de estudiantes de Ieshivá que había dentro de la generación de jóvenes sefaradíes.
Hoy, gracias a la bendición de D”s, podemos ver el tremendo cambio que ha acontecido en la situación. Hay muchos miles de jóvenes proveniente de las comunidades sefaradíes que están estudiando en Ieshivot; casi en la misma proporción que los jóvenes provenientes de hogares Ashkenazíes. Este es un cambio histórico enorme.
Ya no existe ningún Departamento de Trabajo que pueda privar de empleo a los padres basándose en el tipo de escuela que ellos elijan para sus hijos.
Nosotros hemos sido bendecidos con la existencia de redes de escuelas de Torá en todo Israel. Nunca antes en nuestra historia habíamos contado con una red de escuelas de Torá como la que constituye la red sin precedentes de Jinuj Atzmaí, que en la actualidad cuenta con cientos de escuelas de Torá para varones y de escuelas Beit Yaacov para mujeres. En cualquier lugar donde abrimos una escuela nueva, sea para varones o para mujeres, esta se llena inmediatamente.
Para cubrir los costos de mantenimiento de las escuelas de Torá de Jinuj Atzmaí se requieren grandes esfuerzos; pero los logros que obtenemos nos llenan de satisfacción.
Incluso en el centro de Jerusalem había grandes edificios destinados por los líderes del Laborismo para que funcionaran como escuelas, pero a medida que fue pasando el tiempo esas escuelas perdieron demasiados niños como para que se justificara que siguieran abiertas. En consecuencia, los edificios fueron destinados a escuelas religiosas. Actualmente, en lugar de haber cuadros con las fotos de los dirigentes del Laborismo, en las paredes de esas escuelas hay cuadros de los grandes Sabios Sefaradíes y Ashkenazíes.
Yo diría que hay un gran porcentaje de niños sefaradíes que actualmente están en escuelas religiosas.
Nosotros ya podemos ver los frutos, el resultado de la educación de las escuelas de Torá – un gran desarrollo tanto dentro de las comunidades sefaradíes como ashkenazíes.
En todo Israel hay un aumento de la cantidad de jóvenes que asisten a escuelas de Torá, lo cual constituye una fuente de gran satisfacción.
Como ya lo he mencionado, yo quise dedicar este artículo a un tema sumamente placentero, acorde al comienzo de un nuevo año.
Nosotros le agradecemos a D”s desde lo más profundo de nuestros corazones por la ayuda que nos ha dado hasta el momento y le rogamos que El siga ayudándonos en el futuro.
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