El primer día de Tishré fue denominado por nuestra Torá como Yom Teruá (Día del Toque del Shofar) o Yom Zijrón Teruá (Día Recordatorio del Toque del Shofar) y por nuestros Sabios fue llamado como Rosh HaShaná (Cabeza del Año), Yom HaZikarón (Día del Recordatorio) y Yom HaDín (Día del Juicio).
En sus diferentes nombres encontramos el múltiple significado y la trascendencia de este día.
Día del toque del shofar.
“Y el día primero el mes séptimo sera de sagrada convocación, no haréis ninguna labor. Será el día del toque del shofar” (Num. 29:1).
El toque del shofar no es solamente el precepto Divino que caracteriza a este solemne día, sino que lleva consigo un gran significado espiritual, como explica Rabí Moshé ben Maimón (Maimónides):
“El mandamiento de hacer sonar el shofar en este día tiene un significado profundo: ‘¡Despertad de vuestro sueño durmientes… y meditad de vuestros actos! Recordad a vuestro Creador y retornad a Él en penitencia. No seáis de aquellos que pasan por alto las realidades en su búsqueda de sombras y pierden sus años en la persecución de cosas vanas que no pueden beneficiar ni liberar. Mirad bien por vuestras almas y considerad vuestros actos, abandone cada uno de vosotros los caminos erróneos y los pensamientos impropios y retornad al Eterno”. (Leyes del Arrepentimiento 3:4).
El gran Rabí Saadia HaGaón, comentó que el shofar nos recuerda los siguientes diez aspectos:
Principio de la Creación y Día de la coronación del Rey, el shofar proclama la coronación del Todopoderoso como rey del Universo.
Pregón de retorno a la Buena senda, es decir, convocatoria para el arrepentimiento de los trasgresores.
Conmemoración de la Revelación en el Sinaí.
Recordación de las exhortaciones de los profetas a no abandonar nunca el bien y el Camino Divino.
Conmemoración de las destrucciones de los Templos y de las atrocidades de las guerras enemigas, recordando las causas que nos llevan a ello.
Evocación del sacrificio de Isaac, nos indica la firme disposición de Abraham y de Isaac, el primero a sacrificar lo más querido y el segundo a entregar su propia vida frente al llamado del deber.
El sonido del shofar provoca temor que nos mantendrá en constante estado de alerta.
Tener presente el Día del Gran Juicio y temerle, lo cual alerta la conciencia.
Profecía sobre la unión de las diásporas, que se llevará a cabo con un poderoso sonar de trompetas que anunciarán, al mismo tiempo la Redención de Israel
Profecía sobre la Resurrección de los muertos y de la vida eternal que le aguarda a los justos.
Día del Juicio.
“El primero de Tishré, Rosh HaShaná”, expresa la Mishná.
El concepto de la vida es contemplado por nuestros Sabios como un ciclo que finaliza en el mismo momento donde comienza. Es por eso que el primer día de Tishré se convierte en la finalización de un año y en la iniciación del entrante.
Como clausura de un ciclo, Rosh HaShaná, nos invita a la recapacitación, al exámen de conciencia, al Yom HaDín (Día del Juicio). La persona es responsable de sus actos, y por consiguiente, debe esperar el castigo o la recompensa por los mismos.
La libertad de elección nos impone la responsabilidad. Solamente el esclavo no está expuesto al castigo, pues no es libre en su comportamiento.
Tras el Juicio, viene la esperanza en la Bondad Divina, como dice el Midrash Rabbá (Vaik. 29:5): “Tocad trompeta en el novilunio”. En este mes rectificaréis vuestras acciones. El Consagrado, Bendito sea, dijo: ‘Si mejoráis vuestros actos, Yo seré como una trompeta (Shofar) para vosotros. Así como el Shofar aspira (aliento) por un extremo y expele por el otro, así Me levantaré Yo del Trono del Juicio y Me sentaré en el Trono de la Misericordia... en el séptimo mes”.
Día del Recordatorio.
Entramos en el nuevo año asumiendo nuestra responsabilidad, con la esperanza de que el pasado nos haya servido como enseñanza para el futuro, a diferencia del concepto pagano, en el que el año nuevo se convierte en una oportunidad para el exceso, el abuso, el júbilo, y hasta para la promiscuidad.
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