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Emocionada evocación del Rav.Shlomó Lorenz, ex Javer Hakneset sobre una entrevista mantenida con el entonces Presidente de los EE.UU Mr. Harry B. Truman (que puede servir para muchos dirigentes comunitarios)
Este es el lugar para traer las interesantes palabras del Presidente de los EE.UU. Mr. Harry Truman, quien fuera el principal factor influyente sobre la Declaración de las Naciones Unidas acerca de Israel en 1948
En mi visita a los EE.UU.en su época, me encontré con el Presidente Mr. Harry Truman en su ciudad de residencia, Kansas City, junto con el Rav. Solomón, uno de los rabinos de la ciudad.
El Pte.Truman se dirigió a mí diciendo: “Estoy feliz por la posibilidad de explicarle al Sr. Rabino por qué reconocí al Estado de Israel. La decisión a favor de 650.000 judíos que deseaban su propio Estado, rodeados por decenas de millones de árabes que se oponían enérgicamente al nacimiento de dicho estado, se oponía a los intereses políticos de los EE.UU. La oposición en mi país a esta decisión era tan fuerte, que hasta uno de los periódicos de mi ciudad de residencia salió con un titulo “ Truman traidor”.
Y continuó con su apasionante monólogo de esta forma: “En mi infancia crecí en la vecindad de familias judías a las que valoré muchísimo. Los sábados prendía y apagaba la luz en casa de una familia judía a la que mucho respetaba, y como recompensa recibía una porción de Jalá de Shabat”.
“Mi padre solía leer junto conmigo la Biblia cada domingo. Cuando leímos al respecto de Koresh (Ciro el grande), el rey de Persia que autorizó el retorno de los judíos a Israel y reconstruir allí el Templo Sagrado, pensé para mi: “Llegará un día en que seré Presidente los EE .UU. (sueño de cada chico en América, nota del redactor) y procederé como el Rey Ciro en su época”.
“ El sueño se cumplió, y cuando vuestro Presidente Jaim Weitzman se acercó a mí con una Biblia en su mano en carácter de regalo, pidiendo que ordenara a nuestro Embajador en la ONU que votara a favor de la proclamación del estado, recordé los sueños de mi adolescencia.”
“Es claro que un asunto sentimental privado como este se oponía a mi responsabilidad por los intereses de EE.UU. ¿Porqué entonces decidí reconocer a vuestro Estado?
“La razón es que solo yo y Stalin, Premier de la URSS, conocemos los peligros y las tensiones reinantes del mundo!” (esto aconteció después de la destrucción de Hiroshima y Naagasaki en Japón al finalizar la 2ª. guerra mundial)
Y agregó: “Esta amenaza terrible de una guerra atómica continuará cerniéndose sobre el mundo con la permanente conciencia de una situación terrible, de peligro mortal.”
“Y a pesar de todo esto yace en mí la voluntad de seguir viviendo, solo porque creo que como hace mas de tres mil años, ustedes los judíos salvaron a la humanidad, a los hombres salvajes, a través de vuestra Torá, así será también ahora, en que el pueblo judío alcance a iluminar y curar a las almas pecadoras de nuestra época y salvar así al mundo de una destrucción completa”.
Cuando regresé a Israel, transmití las palabras del Pte. Truman desde mi tribuna en la Kneset, con el propósito que se enteraran los dirigentes “elegidos” acerca de aquello que esperan los líderes del mundo del pueblo judío. Enseñar y aprender: los mejores entre los sabios del mundo saben que la misión del pueblo judío es ser una luz para los pueblos, y que a través de la Torá que está en nuestras manos salvar al mundo de la destrucción e influir sobre la permanente mejora ética. Si no cumplimos con sus esperanzas, también nuestros amigos en el mundo nos darán las espaldas y actuarán en función de sus propios intereses y preferirán a los cientos de millones de árabes y musulmanes sobre el puñado de judíos.
Nuestra obligación es preocuparnos en que crezca y glorificado sea el nombre de la Divinidad, y así mereceremos que D’s cumpla con su promesa, y que nuestros problemas encuentren buena solución en manos del mashiaj que llegará prontamente, en nuestros días.
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