El análisis grafológico es la interpretación de una escritura que es lógica y sistemática, no mágica ni mística.
Cuando tomamos un lápiz o una lapicera, el cerebro envía un mensaje a los músculos del brazo y de los dedos dirigiéndolos. De este modo, las marcas que hacemos sobre un papel, los puntos, las líneas, las curvas y los círculos son un reflejo del mundo interior propio.
La escritura manual es un verdadero barómetro de nuestra salud física, mental y emocional. Ella revela muchas cosas acerca de su autor incluyendo: nivel de ambición, ética de trabajo, grado de honestidad, monto de enregía, valores personales, niveles de comunicación y de sociabilidad, estilo de pensamiento, gustos personales, capacidades y aptitudes, inseguridades, etc. También indica el estado del ego al momento de escribir, el cual es siempre materia de cambio al igual que nuestro humor.
Si bien no es predictiva, indica una potencialidad; en consecuencia, si existen índices de criminalidad no hay certeza absoluta de el autor de la escritura la llevará a la práctica.
La grafología no revela nada acerca del género de quien escribe. Algunos hombres tienen una escritura muy delicada, afeminada, y algunas mujeres tienen una escritura firme y masculina.
La edad cronológica no puede ser deducida en modo concluyente de la escritura. Hay muchos adultos que escriben de un modo muy infantil y algunos niños que escriben de un modo adulto. Tampoco se puede determinar en modo concluyente si quien escribe es zurdo o diestro. Por ejemplo, la forma en que se encuadra el escrito, es decir, cómo son utilizados los márgenes en una página, es una indicación de cómo el sujeto se acerca al mundo. La página es un espacio, y el modo en que el escritor lo rellena con el escrito indica la perspectiva mental y emocional con que se relaciona con el tiempo y el espacio. Revela el grado de economía, consistencia, tolerancia, deseo de estima, hábitos sociales, necesidad de ser aceptado, el lugar que el escritor desea ocupar y, especialmente, cómo se siente con respecto a su pasado y qué perspectiva tiene sobre el porvenir.
Los márgenes bien balanceados dan cuenta de una persona que planifica cuidadosamente, que es ordenada, con sentido estético, controlada y con buena habilidad para administrar tiempo, dinero y energía.
Los márgenes anchos en toda la hoja indican que alguien es retraído y solitario, y la falta de márgenes muestran a alguien que elimina los límites entre sí mismo y los demás, a menudo provocando fuertes reacciones negativas o positivas. Los márgenes angostos indican mezquindad, tendencia al acopio y falta de consideración.
Un amplio márgen derecho indica temor al futuro. Un amplio márgen izquierdo indica evitación del pasado y un ensanchamiento del márgen izquierdo muestra a alguien ansioso de dejar atrás su pasado. Un márgen izquierdo disminuido muestra a alguien que busca la forma de volver a la seguridad que le da el pasado.
*el autor es Examinador de Documentos Certificados de la Suprema Corte de Nueva York
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