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Me produjo una conmoción leer que en una reunión llevada a cabo en Londres el Sr. Javier Solana, el diplomático número uno de la Unión Europea, instó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a reconocer al Estado Palestino incluso sin que exista un acuerdo previo entre los palestinos y los israelíes sobre el status final.
Solana dijo que el Consejo de Seguridad debería emitir una resolución que incluya el tema de las fronteras, el problema de los refugiados palestinos y el status de Jerusalem. También dijo que si las dos partes no pueden comprometerse a cumplir con una agenda, la comunidad internacional debería fijar alguna y ver de que sea implementada, y que las Naciones Unidas deberían darle el total reconocimiento a un Estado Palestino y a todos sus derechos.
Obviamente, todo esto significaría un grave peligro para Israel.
El jefe de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, ha vuelto a pedir a la administración de las Naciones Unidas que fuercen a Israel a que detenga las construcciones en los asentamientos, y exige el “derecho de retorno” para los así llamados “refugiados”, lo cual es sinónimo de la destrucción del Estado de Israel, D”s no lo permita.
Yo me siento en la obligación de volver a mencionar cuáles fueron las consecuencias de la retirada unilateral de Israel de la Franja de Gaza.
Israel expulsó brutalmente a los colonos que habían construído sus hogares y habían vivido allí durante 30 años, y ellos aún no han sido reubicados en forma permanente tal como les habían prometido.
Nosotros no podemos olvidar que esta evacuación unilateral tuvo como consecuencia los constantes bombardeos diarios con cohetes sobre barrios judíos cercanos a la Franja de Gaza y el subsiguiente operativo militar Israelí “Plomo Fundido”, que produjo más muertes.
Mi hijo, Rab Meir Porush, quien actualmente es viceministro de Educación, participa en reuniones del gobierno. En la que se llevó a cabo el pasado 12 de Julio en Beersheva dio un discurso en el que elogió la decision de realizar dicha reunión en la capital del Negev como manera de mostrar solidaridad con los habitantes de esa ciudad. Y le pidió al Primer Ministro Netanyahu que realizara un encuentro oficial del gobierno en alguno de los asentamientos de Judea y Samaria, como Modiin Elit o Beitar Ilit, a fin de mostrar identificación con los residentes de allí. El agregó que eso sería como hacer un anuncio de que el Estado de Israel exige que se cumplan todos los compromisos tomados por el anterior gobierno de los EE.UU. en materia de construcción en los asentamientos.
El dijo que no es ni aceptable ni lógico que el actual gobierno de los EE.UU. se niegue a cumplir con esos compromisos tomados por el gobierno que lo precedió.
Reb Meir dijo más adelante que si el gobierno del Presidente Obama desea seguir impulsando las conversaciones en torno al status final, primero deberá cumplir con las promesas hechas por los EE.UU. Pero, ¿cómo podemos fiarnos de tales promesas cuando vemos que el nuevo presidente ha llegado al extremo de negarse a cumplir con los compromisos asumidos por los gobiernos que lo precedieron?
Luego mi hijo declaró que el verdadero desacuerdo existente en la actualidad no está referido a la construcción en Beitar Ilit, Maalé Adumin, etc., sino que, más bien, tiene que ver con el no reconocimiento por parte de los palestinos al derecho del pueblo judío a vivir en Eretz Israel, aún dentro de las fronteras anteriores que estaban dentro de la línea verde.
En conclusión, si los palestinos no tienen intenciones de reconocer los derechos del pueblo judío a tener un estado en la Tierra Sagrada, resultará extremadamente peligroso aceptar la existencia de un estado palestino que simplemente otorgará un mejor trampolín para el lanzamiento de más y más acciones terroristas, D”s no lo permita.
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