“Desterrada fue Iehuda con pobreza y gran servidumbre, ella yace entre naciones, entre la que no encuentra reposo, y todos sus perseguidores le alcanzaron ben Hametsarim” (Lamentaciones I-3).
Ben Hametsarim podría traducirse como “en el desfiladero”. Un desfiladero es un paso angosto entre dos montes. Dentro del calendario judío indica las tres infaustas semanas entre dos fechas trágicas: el 17 de Tamuz y el 9 de Av. Ambas fechas son de ayuno. Por un misterioso designo Divino se han venido a congregar aquí las horas mas difíciles.
Cinco cosas acontecieron a nuestros padres el 17 de Tamuz y cinco el 9 de Av.
El 17 de Tamuz se rompieron las Tablas, ceso el sacrificio cotidiano que se ofrendaba en el Templo, se abrió una brecha en las murallas de Ierushalaim, quemo Apostomus los rollos de la Torá y se introdujo un ídolo en el Templo.
El 9 de Av se decreto que nuestros padres no entraran a la Tierra de Israel, se destruyo por primera y segunda vez el Templo de Jerusalem, se conquisto Betar y se aro sobre las ruinas de Jerusalem (Mishna Taanit 4-6).
Y que decir de aquella funesta expulsión de nuestros hermanos de España decretada para un 9 de Av por los “muy cristianísimos y muy piadosos rey y reina de las Españas y de las islas del mar”.
¿Qué nos dice todo esto a nosotros?
En el texto de las plegarias del 9 de Av es tradicional la oración de Najem, cuyas palabras dicen: “Consuela, D-s nuestro, a los enlutados por Sion y Jerusalem…y a la ciudad destruida, saqueada y desolada…”
¿No es un texto anacrónico? ¿Están destruidos los hermosos y residenciales barrios de Ramat Eshkol y Rejavia? ¿O desolada la explanada del Kotel (el Muro de las Lamentaciones) en días de Moed (fiesta)? ¿Y doliente sin hijos la Jerusalem de Oro que se abraza hoy con todas las diásporas? ¿Por qué no, tijeras en mano, “adecuar” al momento actual esta Tefilá pasada de moda?
Escuchemos la opinión del Gaon Ovadia Iosef (Responza Yejave Daat I-43):
“¿Quién puede en esta generación atreverse a reformar el texto de la Tefilá que nos fue redactado por nuestros sabios, aquellos por cuya boca hablaba el espíritu Divino, y donde cada palabra y cada letra encierran elevados secretos ocultos y profundas enseñanzas metafísicas?”
“Pero aun sin abordar las esferas esotéricas, el sentido literal de Najem sigue siendo actual: el sitial del Beit Hamikdash esta en manos extrañas, Jerusalem llena de ídolos e imágenes, el emblema de la Inquisición flamea desafiante en torres y campanarios, los alrededores del santuario lo usan los musulmanes como cementerio y aun están destruidas, saqueadas y desoladas las sinagogas desde el triste trabajo de la Legión Árabe durante tantos anos de ocupación jordana”.
¡Y que decir del saqueo espiritual de Ierushalaim! Cuanto duele el corazón de todo aquel en el cual arde aun un poco de Ir`at Shamaim al ver la educación de millares de nuestros niños sin Torá y sin Mitzva, sin Shabat y sin Cashrut, sin recato y sin moral. Hasta aquí las palabras del Gaon.
Huelga comentar que estas tristes verdades no niegan una realidad feliz: en 2000 años de diáspora nunca hubo más población observante en Jerusalem que ahora, con toda su puntaje infraestructura de Yeshivot atestadas de alumnos, centros jasidicos, Talmudei Torá, Batei Yaacov, Batei Knesset, mikvaot, etc. Quien ha experimentado que es “pasar Shabat” en Beit Bagan, Mea Shearim o Sanhedria Murjevet sabe de la renacida llama de la Torá en todo su esplendor jerosolimitano. Pero tampoco podemos conformarnos sin ver mas allá de nuestro circulo y comprender el autentico Jurban consecuencia del Galut de la Shejina.
Es verdad que visto desde una estrecha perspectiva sionista, de acuerdo al slogan “el Galut es un problema político cuya solución será política”, es decir un Estado autónomo como todos los demás, no tiene sentido ni Najem ni todo el apoyo de Av en si.
Pero nosotros, que rezamos el Musaf: “Por causa de nuestros pecados fuimos desterrados de nuestra tierra”, entendemos el Galut como un drama ético y su solución será también ética. Cuando retornemos a D-s, cuando se reconstruya el Mikdash de mármol y oro y la Shejina sea liberada. El Galut no es una causa sino una consecuencia. Una cosa es sacar a los judíos de Egipto y otra mucha mas difícil es sacar a Egipto de los judíos. Podemos vivir con el corazón en Tel Aviv y estar a miles de kilómetros de Eretz Israel, y morar en Liberia estando a pocos pasos del Kotel.
Y mientras tanto, si no nos llega la Gueula antes, seguiremos diciendo el Najem.
Bendito el Todopoderoso que consuela a Sion y construye a Ierushalaim.
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