Un archivo sonoro del juicio a Eichnann
En los meses de mayo y junio de 1961 se juzgó a Adolf Eichmann en la ciudad de Jerusalem y sólo cuatro enviados especiales de medios argentinos cubrieron periodísticamente las audiencias del juicio: Vicente Solano Lima, para diario El Mundo; Iñakí de Azpiazú para el diario Correo de la Tarde; Silvano Santander, para Noticias Gráficas y Bernardo Fain, por un programa radial que se emitió Radio Splendid.
Bernardo Fain (79), locutor egresado del ISER, abogado y con un amplio dominio del idioma inglés permaneció en Jerusalem desde el 13 de abril al 26 de junio de 1961 grabando las principales instancias del proceso judicial al criminal nazi, entrevistando a colegas periodistas y a testigos; y compaginando todo el material para remitirlo a Buenos Aires en cintas magnetofónicas de 18 minutos de duración, tiempo neto del programa radial de media hora que se emitía a partir de las 23 hs. dos veces por semana.
Fain grabó 20 cintas que totalizaron 360 minutos, las que una vez que regresó las guardó por varias décadas, en las cuales se desempeño como funcionario de la gobernación de Neuquén, provincia en la que se había radicado.
Debido a el gobierno provincial fue intervenido a fines de marzo de 1976 y perdió su trabajo, volvió a radicarse en Buenos Aires y desde 1978 a 1983 formó parte del staff profesional de la DAIA.
Hace unos años, a instancias de su esposa, decidió compactar las cintas originales que había grabado en 1961, extractando las partes más relevantes del juicio en una cinta: la acusación, el interrogatorio a Eichmann y a varios testigos, la acusación del fiscal y las palabras del abogado defensor como el fallo.
Fue también su esposa quien le decía que esta nueva cinta, un verdadero documento histórico sonoro, debía ser donado a una institución de la comunidad. Luego de que esta falleciera, decidió concretar lo que le había indicado su señora, y luego de analizara a quien se lo donaría se decidió por la DAIA.
El jueves 2 de julio, en un desayuno de trabajo, la DAIA recibió a Bernardo Fain para agradecerle su donación. Al mismo se invitó a la prensa comunitaria y a funcionarios comunitarios especializados en la temática.
Durante el mismo el vicepresidente de la DAIA, Ángel Schindel luego de agradecer la donación en nombre de la Consejo Directivo de la institución, expresó - entre otros conceptos - “estas cintas conforman la mejor demostración de lo sucedido durante la Shoá para aquellos negadores que insisten en explicar lo inexplicable”.
Por su parte el donante, además de recordar a varios de sus colegas que cubrieron las incidencias del juicio, en especial a los tres argentino ya fallecidos, rememoró algunas instancias emotivas que vivió cuando escuchó los testimonios de algunos sobrevivientes de la Shoá que fueron testigos de cargo y una anécdota que expresa muy bien cual era el sentimiento reinante en el país respecto al secuestro de Eichmann “una vez que terminaba la grabación debía ir al aeropuerto de Lood (hoy Ben Gurión) a entregárselo al comandante de un avión de la empresa KLM, que se encargaba de hacerlo llegar a Buenos Aires. En las primeras grabaciones agradecía a KLM su gestión, pero recibí una comunicación desde Buenos Aires que me pedían que no lo hiciera más pues la empresa aeronáutica no lo deseaba a fin de evitarse problemas”.
Luego de las palabras de Bernardo Fain varios de los presentes le hicieron preguntas, que respondió muy gentilmente, y a continuación se escucharon 14 minutos del documento sonoro donado, en el cual se escuchaba parte del interrogatorio que el fiscal le hacía a Eichmann, quien contestaba las preguntas en alemán. Si bien todas las preguntas se relacionaban con la organización de los transportes de los judíos a los campos de concentración y de exterminio, hubo una que impactó a todos los presentes. El fiscal le preguntó si cuando él “llevó a cabo los transportes a los campos y si sabía que parte de esas personas eran muertas en esos campos”, respondiendo Eichmann “Tenía la obligación de ejecutar esos transportes y sabía que parte de la gente que viajaba era muerta en los campos; de eso, la verdad, estaba al tanto”.
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