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Un nuevo aniversario
La conmemoración del 15º aniversario del atentado a la AMIA, de acuerdo al calendario gregoriano, ha de tener en esta oportunidad un carácter especial, pues debido a la pandemia de gripe A se han suspendido y/o postergado los actos que estaban programados.
Esta situación hace que el permanente reclamo de justicia, que tanto las instituciones como los familiares realizan en forma diaria, pero que los medios reflejan especialmente en los días cercanos al 18 de julio, deba efectuarse - utilizando los más modernos adelantos técnicos – de manera tal que lleguen a toda la sociedad argentina y es responsabilidad de la conducción de la AMIA lograrlo.
Como medio de prensa comunitario, TRIBUNA JUDÍA, no sólo es parte de quienes permanentemente reclaman justicia, sino también una tribuna de opinión que intenta no ser parte de la estéril disputa que en más de una oportunidad se ha producido entre las instituciones y los familiares pues consideramos que toda la comunidad debe estar unida en la exigencia de que se juzgue y castigue a los autores intelectuales y materiales como también a todos los que por acción u omisión han impedido y dificultado, hasta el presente, el accionar investigativo y judicial eliminando pruebas, creando pistas falsas, encubriendo a quienes integraron la “conexión local”.
En nuestra edición anterior enumeramos los hechos relevantes relacionados con la investigación del atentado y la causa de irregularidades cometidas en la investigación, entre las cuales – indudablemente – se destaca el fallo de la Corte Suprema de Justicia la Nación respecto al recurso presentado por las querellas respecto a la sentencia del Tribunal Oral Federal Nº 3 que declaraba la nulidad de todo lo investigado.
La Corte decidió, en una medida que sorprendió a muchos, convalidar lo investigado hasta el 31 de octubre de 1995, cuando comenzó los que se conoce como “causa Brigadas”, lo que significa que lo investigado desde el 18 de julio de 1994 hasta esa fecha es válido y debe ser profundizado.
Pero también en ese comentario mencionábamos que se había producido un hecho que además de ser llamativo y sorprendente era muy difícil de entender, la querella que el fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, le inicia a Agustín Zbar, asesor de la Comisión Directiva de la AMIA, por coacción agravada,.
Cuando ese entredicho parecía que se superaba, por lo menos en la relación que con él tenían la AMIA y la DAIA, al igual que perdía fuerza la versión de que el fiscal Nisman renunciaría a su cargo, un nuevo hecho se produjo.
El Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires - CABA, Mauricio Macri, designa al comisario general retirado de la Policía Federal Jorge Palacios como Jefe de la Policía Metropolitana.
Conocida la noticia, el viernes 3 de julio los familiares de las victimas del atentado a la AMIA reaccionan de inmediato oponiéndose a la designación. El motivo, que Palacios esta denunciado por el fiscal Nisman en la causa de irregularidades por incumplimiento de los deberes de funcionario público, falsedad de documento y destrucción de prueba debido a que habría demorado varias horas la realización de un allanamiento a las oficinas de Alberto Jacinto Kanoore Edul, habiendo hablado telefónicamente con esta persona en dos oportunidades mientras no daba la orden de efectuar el procedimiento judicial que le habían asignado.
A las críticas de los familiares se le suman las de algunos dirigentes políticos que son opositores a la gestión de Mauricio Macri.
El día lunes 6 de julio, a primera hora de la mañana, Mauricio Macri convoca a las máximas autoridades de la AMIA y de la DAIA a fin de conversar sobre este tema. Lo hace luego de casi 72 hs. en las cuales los medios difunden tanto las criticas de los familiares como las declaraciones del Ministro de Justicia y Seguridad de CABA, Guillermo Montenegro reafirmando la designación y de algunos dirigentes, entre ellas la de Julio Schlosser, quien afirmó, palabras más palabras menos, que las instituciones centrales de la comunidad no ponen ni sacan funcionarios, pero que hubiera sido preferible que se hubiera esperado que el juez de la causa irregularidades, Ariel Lijo, decidiera al respecto de la acusación que pesa sobre Palacios.
Por la AMIA asistieron a esa imprevista reunión Guillermo Borger y Julio Schlosser y por la DAIA Aldo Donzis y Miguel Ängel Zechin, presidentes y secretarios respectivamente. Los cuatro a posteriori declararon que la reunión había sido cordial y que ellos mantuvieron una postura similar a la expresada por Schlosser, que mencionamos más arriba, mientras que los funcionarios de CABA sostuvieron que la denuncia no tenía sustento y que los antecedentes de Palacios hicieron que lo consideraran la persona más apta para el cargo de Jefe de la Policía Metropolitana, y que su actuación había sido reconocida tanto por la DAIA como por el Estado de Israel, lo que es cierto pero que ocurrió mucho antes de que se conociera la denuncia del fiscal Nisman.
Sorpresivamente un cable de la agencia Telam informa que la reunión había sido tensa y que no había concluido en buenos términos. Nuevamente las autoridades comunitarias deben salir a referirse al tema, desmintiendo categóricamente lo informado por la agencia noticiosa y reafirmar que fue cordial.
Si bien no podemos entender lo ocurrido entre el fiscal Nisman y Zbar, en momentos en que se abre la posibilidad de que nuevamente se puedan utilizar elementos investigados desde el 18 de julio de 1994 hasta el 31 de octubre de 1995, lo que puede permitir avanzar sobre la “conexión local”, lo ocurrido con respecto a Jorge Palacios tiene un sentido completamente diferente.
Que a las críticas de los familiares y las consideraciones de la dirigencia de que quizás hubiera sido conveniente esperar que se expida la justicia respecto a la acusación que pesa sobre él se le sumaron por un lado la opinión de políticos, que antes del acto eleccionario del 28 de junio nada habían dicho, en su gran mayoría, sobre la investigación del atentado a la AMIA en sus discursos y declaraciones públicas para captar el voto de la ciudadanía y por otro que la agencia noticiosa oficial difunda un cable aseverando cosas que los participantes de la reunión desmienten.
Evidentemente este hecho se ha politizado, quedando los familiares y las instituciones comunitarias (AMIA y DAIA) en el medio de una lucha de poder que nada tiene que ver con la investigación del atentado.
Es por esto que afirmamos que en este aniversario, en el que no habrá un actos multitudinarios donde se pueda utilizar los discursos para expresar el reclamo de justicia, es necesario ser creativos y llegar con este mensaje a toda la población del país.
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