|
El Primer Ministro Netanyahu ha dado hace pocos días atrás en la Universidad de Bar Ilan –en un clima de gran suspenso- el “discurso de su vida”.
El estaba bajo la tremenda presión , tanto del Presidente Obama de los EE.UU., que le exige aceptar el acuerdo de dos estados para dos pueblos, y de los miembros de su coalición, quienes le exigen no aceptar un acuerdo sobre un Estado Palestino antes de que los palestinos reconozcan al Estado de Israel. La solución que él propuso fue la de crear un Estado Palestino desmilitarizado.
No obstante estar advertido de la falta de respaldo en su coalición para la creación de un Estado Palestino por el peligro que representa para Israel, el Primer Ministro Netanyahu consideró que la propuesta de un Estado Palestino desmilitarizado al lado del Estado de Israel podría resolver el problema.
La exigencia de Obama de que existan dos estados para dos pueblos fue tenida en cuenta y él no puede criticar a Netanyahu por exigir un estado palestino desmilitarizado en vista de que todos están al tanto de nuestros enormes sufrimientos vinculados al terrorismo árabe. El Primer Ministro Netanyahu pidió que, en primer lugar, los palestinos reconozcan al Estado Judío, algo que hasta hoy no fue considerado por ellos. Su carta orgánica todavía insta a la destrucción del Estado de Israel, D’s no lo permita.
Su discurso, concienzudamente preparado y que merece ser titulado “un discurso histórico” –fue seguido por el público con gran atención. Bajo estas difíciles condiciones Netanyahu declaró estar dispuesto a aceptar un Estado Palestino, agregando simplemente el término “desmilitarizado” a dicho Estado Palestino, lo cual es crucial. ¿Quién podría negarlo mientras que los palestinos continúen usando el terrorismo para lograr sus objetivos?
El Sr. Netanyahu mencionó que mucha gente de bien había dicho que la retirada de los territorios era la llave para la paz; sin embargo, la retirada sólo trajo consigo más misiles y terrorismo.
El también mencionó la necesidad de solucionar el problema de los refugiados palestinos fuera de las fronteras de Israel, así como el diminuto estado de Israel absorbió exitosamente a las decenas de miles de refugiados judíos cuyos hogares y pertenencias debieron ser dejadas atrás en países árabes.
El Sr. Netanyahu dijo que la conexión entre el pueblo judío y la Tierra de Israel existe desde hace más de 3.500 años, y que Judea y Samaria son lugares donde vivieron Abraham, Isaac, Jacob, David, Salomón e Isaías. Es la tierra de nuestros antepasados. El derecho del pueblo judío a la tierra de Israel no proviene de las catástrofes que han caído sobre nuestro pueblo (en contraste con las declaraciones del Presidente Obama respecto a que Israel merecía tener un estado a causa de su historia trágica –en particular, por el Holcausto). El Sr. Netanyahu remarcó que nuestro derecho a tener un estado soberano aquí, en la tierra de Israel, es consecuencia del simple hecho de que este es el hogar del pueblo judío, donde se forjó nuestra identidad.
Sin embargo, lo único que faltó en este excepcional discurso, fue que él no citó lo que dice en nuestra sagrada Torá. Nadie más en el mundo posee un documento semejante. En el Libro Bereshit (Génesis) Capítulo 48- versículos 3 y 4, está escrito lo siguiente: “Y Iaacob le dijo a Iosef: “D’s Todopoderoso se me apareció…y me bendijo y me dijo: ‘Yo te haré fértil y te multiplicaré…y Yo te daré esta tierra para las generaciones que te sucedan, como una posesión eterna’”.
Esta afirmación contenida en nuestra Sagrada Torá es la base más sólida para referirse a los vínculos que unen al pueblo judío a nuestra Tierra Sagrada.
|
|
|
