Mi perspectiva sobre la enseñanza y el aprendizaje del Holocausto
A fin de que podamos comprender esta cuestión y mi punto de vista, quisiera contarles una historia acerca de perspectivas.
Hace algunos años atrás había un comerciante muy destacado que había tomado el compromiso de ayudar a Israel y a otros proyectos judíos. En una de las paredes de su oficina había una foto de un religioso envuelto en su tallit, y que usaba tefillin. El estaba rodeado de soldados nazis que claramente se estaban burlando de él durante los últimos instantes de su vida.
El comerciante explicaba que nosotros no debíamos nunca actuar cobardemente y que ese judío debió haber luchado para no permitir que lo maten sin defenderse. A todos los que entraban a su oficina el comerciante les explicaba que ese hombre debería incitarnos a decir “Nunca más”.
Este punto de vista nunca había sido criticado por nadie hasta que a un joven estudiante se le ocurrió que podría tomarse otra lección diferente del hombre de la foto. El señaló que ese judío no parecía estar temeroso ni ser un cobarde. Más bien, él estaba realizando un acto de increíble coraje y de fe. Después de todo, él hubiera podido quitarse su tallit y sus tefillin en un par de segundos mientras los soldados se le aproximaban. Era obvio que el hombre había decidido actuar como muchos otros judíos de esos tiempos. El hombre había planeado concientemente realizar ese acto como una muestra de sus creencias y su fuerza. Ese hombre no era ningún cobarde; por el contrario, era uno de los miles de héroes que no se avergonzaban de morir como judíos. El hombre se había negado a ser vencido por su agresor nazi.
El joven continuó analizando la foto y explicó que ese judío representaba el secreto de la supervivencia judía en el Galut; él sabía y comprendía que aunque su vida física estaba por terminar, su neshama, su espíritu, viviría eternamente. El seguía el ejemplo de Rabi Akiva, quien enseñó que el héroe judío más grande era quien tenía el coraje y la autodeterminación de entregar su propia vida al servicio de Hashem. El joven señaló también que el hombre de la foto no imaginaba que alguien alguna vez sabría sobre su gran ejemplo. Los nazis tomaron esa foto pensando que estaría en un museo recordándole al mundo entero que ese había sido “un judío que alguna vez vivió en el mundo antes de la ‘solución final’”.
Hoy en día tenemos muchas más razones para estar motivados a reconocer el enorme poder y la inquebrantable fe del pueblo judío. Hemos sobrevivido pese a todos los intentos y las predicciones en contra. Esta fuerza provino de la convicción interior de que Hashem estaba al lado del pueblo judío.
Si; nuestra fe ha sido desafiada muchas veces, pero nosotros estamos hoy aquí para probar que los nazis estaban equivocados y que nunca pudieron quebrar nuestro orgullo de ser judíos y nuestra fe.
Esta historia nos muestra que un mismo hecho puede ser enfocado de diferentes formas. Y ello es especialmente verdadero cuando proviene de las enseñanzas del Holocausto. Yo pienso que hoy en día muchos judíos se alegrarían de estrecharle la mano a semejante héroe judío porque se dan cuenta de cuál es la verdadera perspectiva y las acciones del hombre de la foto.
Desgraciadamente, como el comerciante mencionado en la historia, muchos de quienes se han alejado del judaísmo han sido educados de manera incorrecta. Ellos ven estos hechos sin considerar el beneficio de una positiva educación de Torá.
Muchos libros explican la perspectiva de la Torá ante esos hechos de la historia judía, como por ejemplo en el libro Rejoice O’ Youth, del Rabino Avigdor Miller. Allí el tema es tomado en relación directa con la asimilación. Mientras el judío quería parecerse más al no judío, debió enfrentarse a la necesidad de algo que le recuerde que debía retornar a Hashem.
Para comprender verdaderamente los hechos de la historia judía desde la perspectiva de la Torá, debemos recordar las palabras del Jafetz Jaim, en Sheim Olam,(1:3, pag. 29) donde afirma que una persona mira al mundo y su acontecer desde un limitado punto de vista, y posiblemente no comprenda los designios secretos de Hashem. Muchas veces los verdaderos propósitos y las razones de los hechos son comprendidos sólo cientos de años más tarde. El individuo debe comprender que él es sólo una pequeña circunstancia dentro de la historia judía. El debería saber que al final resultará claro y obvio que Hashem siempre hizo todo lo mejor para cada individuo. Estos conceptos son básicos en el Judaísmo de Torá, y un detallado estudio de ellos darán las respuestas a quienes busquen una perspectiva de Torá sobre su propia vida.
Dayan Aharon Dovid Dunner, de Inglaterra, una vez dio una clase sobre este concepto, comparándolo con un hombre que necesita de una cirugía para eliminar un problema que amenaza su vida. El tonto, insensato, le grita al doctor: “¡Váyase! ¡No me lastime!”. El inteligente se da cuenta de que esa operación le da una última chance y le servirá de gran ayuda. Aunque el hombre sufra momentáneamente, sabe y comprende que la cirugía es su mejor opción, su mejor elección.
Dayan Dunner citó la Guemará, en Pesajim (50b), donde explica que en este mundo nosotros no podemos ver siempre la parte buena de cada acontecimiento. Por lo tanto, sólo podemos decir la brajá de “Dayan Ha’emet”, que “Hashem es el verdadero Juez”.
En el Mundo por Venir, sin embargo, toda la humanidad finalmente sabrá y conocerá los propósitos de los planes maestros de Hashem.
En conclusión, es cierto que estudiar esta parte de la historia puede ser una experiencia sumamente positiva. Sin embargo es importante que el material sea presentado de acuerdo a una perspectiva de Torá. Estudiar el Holocausto desde una perspectiva errónea puede resultar deprimente y provocar más asimilación, y en mi opinión, eso es una deshonra hacia mis familiares y hacia todos aquellos que dieron sus vidas en pos de sostener nuestras perspectivas de Torá.
Ya es momento de revelar, por fin, la verdad acerca de esta fotografía.
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