Desde que estalló la guerra entre Georgia y Rusia, la Agencia Judía para Israel ha ayudado a unos 200 judíos que vivían cerca de la ciudad de Gori. La mayoría de ellos fueron enviados, junto con el resto de los 12.000 judíos que viven en el país, hacia Tbilisi y otras zonas cercanas a la Capital.
Bashu Mansharov, uno de los pocos judíos que eligieron quedarse en el pueblo de Gori, cuya frontera pertenece a la región en disputa, declaró “Yo me quedaré aquí hasta que el último judío sea evacuado”.
Su casa estaba entre los objetivos que fueron bombardeados por los rusos con pérdida de varias vidas de civiles. Mansharov dijo que la mayoría de las personas que no abandonaron el lugar son gente mayor que decidió quedarse para proteger sus hogares y sus propiedades. Mansharov es médico, pero en lugar de estar en el hospital decidió colaborar con la Agencia Judía para evacuar la mayor cantidad posible de judíos.
Varios aviones de rescate de judíos e israelíes llegaron en estos días al aeropuerto Ben Gurion procedentes de Georgia, de las zonas de combate. Casi 300 personas, entre israelíes que volvían a Israel y nuevos inmigrantes georgianos, descendieron del primer vuelo de El Al. Entre ellos, también arribó un famoso reportero israelí, Tzadok Iejezkeli, quien resultó seriamente herido en el ataque ruso donde resultó muerto un periodista alemán.
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