Correo de Lectores
Buenos Aires, 20 de agosto de 2008
Señor Director de
LA VOZ JUDÍA
Lavalle 2168, of. 37
(1051) Buenos Aires
De mi consideración:
Me dirijo a usted, señor Director de LA VOZ JUDÍA con la finalidad de poner en conocimiento de los lectores del periódico un hecho que me llama poderosísimamente la atención.
Si bien no soy observante, en mi casa se come comida casher, que regularmente adquiero en los comercios especializados del barrio de Once y Belgrano. En uno de ellos, hace unos días, antes de Tishá VeAv, compre una galletitas saborizadas marca Dujo, cuyos envases tenían pegadas una etiqueta blanca con letras en azul que reproducían un sello y tenían escrita la siguiente leyenda “Kosher-Parve.
Luego de comer el contenido de uno de los paquetes en reunión de familia, con sabor a almendra, denominada “Almendra Bar”, mi hermano me mostró que en dicho envase figuraba la siguiente leyenda “Tenor graso 24% de origen animal”, y que en la fórmula de los productos con la que se elaboraron figuraba “grasa vacuna”. Para su conocimiento le adjunto el envase en cuestión.
Sin poner en duda la honorabilidad de quien vende este producto, ni que el mismo sea casher, creo que existe una contradicción: si contiene grasa vacuna no puede ser parve.
Sin otro particular.
Eduardo Cohen
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