El premier de Georgia, Vladimir “Lado” Gurgenidze le solicitó al Rabino Aharon Leib Shteinman que bendiga a Georgia, y el Rabi aceptó tal pedido. Cuando arreciaban los combates, el Rabino dio una plegaria dirigida a los residentes judíos del país y “a todos aquellos que vivan en ese lugar”.
Todo comenzó meses atrás cuando una delegación de rabinos del Vaad L’hatzolat Nidjei Israel, se entrevistaron con el premier en su oficina de Tbilisi y le entregaron una carta especialmente dirigida a él por Rabi Shteinman, quien es considerado como uno de los más grandes rabinos que en la actualidad conducen al público ultra-ortodoxo. En esa carta, Shteinman bendice a Georgia a la que llama “el reino de la gracia” y a su pueblo. Gurgenidze colgó la carta en una pared en señal de respeto.
Días pasados, durante los rezos matinales, el presidente de Vaad, Rabi Shimon Brook, recibió una llamada telefónica nada menos que del primer ministro georgiano. “Ustedes trajeron la carta del anciano rabino. ¿El vive aún?”, preguntó el premier. Al recibir una respuesta afirmativa, hizo el siguiente pedido: “Yo se que el es un hombre de fe, y le pido que rece por nuestro país”.
El Vaad ha estado realizando una gran actividad en los países de la ex URSS durante más de 30 años, y en Tbilisi su agenda incluyó escuelas, ieshivot y sinagogas. Las actividades son realizadas por representantes de la organización que habían vivido en Georgia y que luego de dirigirse a los EE.UU. para recibir educación, volvieron para impartir educación a la comunidad judía del país.
En vista de las recientes luchas entre las fuerzas georgianas y rusas, los líderes de la comunidad judía georgiana estuvieron en constante contacto con el Vaad para asesorarse respecto a cómo actuar en tan difícil situación.
En consecuencia, respondiendo al pedido del premier y a las consultas de los líderes comunitarios, Rabi Brook fue a visitar a Rabi Shteinman a Bnei Brak, días pasados. Pese a encontrarse enfermo, el Rabi aceptó realizar una bendición y respondió a las preguntas de los líderes judíos de Georgia.
Entre los rabinos había quienes estaban convencidos de que Shteinman tendría un efecto beneficioso sobre las batallas en la región, y precisamente, mientras se realizaba el encuentro con el Rabino en su domicilio, el presidente ruso Medvedev anunciaba el cese del fuego.
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