En un hospital de China descubrieron que una mujer que había acudido por un dolor de cabeza, tenía alojada una bala desde hacía 64 años.
Jin Guangying, de 77 años de edad, oriunda de la ciudad de Shuyang, en la provincia de Jiangsu, fue al Hospital Shuyang Leniency para hacerse una radiografía. “Quedamos todos sorprendidos al enterarnos de que había una bala dentro de su cabeza”, dijo su hijo Wang Zhengbang.
Jin recuerda que le dispararon durante la Segunda Guerra Mundia, en 1943, por el ejército invasor japonés, cuando estaba llevando provisiones para su padre, que estaba en la resistencia.
“Yo tenía 13 años, y vivía cerca de las vías del tren en la ciudad de Xuzhou. Una tarde de Septiembre, mi madre me pidió que le lleve una comida a mi padre y unos camaradas que estaban peleando contra los japoneses”, contó la mujer. “Entonces fui detectada por el ejército japonés. Ellos me corrieron y abrieron fuego. Una bala atravesó la punta de mi oreja derecha. Caí al suelo y perdí la conciencia”.
Al recuperar la conciencia, Jin estaba de regreso en su casa, en su cama. Su madre le aplicó remedios caseros sobre la herida. Sorpresivamente, se recuperó al cabo de tres meses. Posteriormente, Jin se enteró de que la bala había atravesado el brazo de una persona que estaba al lado de ella antes de impactar sobre su cabeza.
El cirujano que le sacó la bala estaba sorprendido de que la misma hubiera estado durante tanto tiempo dentro de su cabeza sin provocarle grandes problemas. “El hecho de que la bala haya perdido fuerza y velocidad al pasar a través del cuerpo de otra persona, y que el lugar que impactó no era vital, puede explicar que la mujer haya podido sobrevivir”, afirmó el cirujano.
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