Los misioneros autodenominados “Judíos por J” acaban de lanzar una campaña para recolectar fondos para acercar a los judíos de Israel a su culto. Cientos de micros de transporte de pasajeros provenientes de Rishon Letzion, Rejovot y Bat Iam circulan portando un enorme cartel anunciando dicha campaña y proclamando una conexión entre J y la salvación.
Un memo de distribución interna, y que fue obtenido por Iad LeAjim, revela los planes de “Judíos por J” para obtener sponsors para una agresiva campaña de captación de judíos. Allí también se señala cuáles son los “obstáculos” que los misioneros deben enfrentar en su trabajo en Israel. Dicen: “hay algunos miembros de la Knesset que quisieran que exista una legislación que considere un delito a la evangelización…(y) hay una fuerte minoría religiosa que se opone fuertemente a nuestras actividades y que pueden movilizar rápidamente a una multitud para que combata nuestros esfuerzos”.
Una enorme cantidad de llamados fueron recibidos por Iad LeAjim, procedentes de judíos que se sintieron insultados por el mensaje de “Judíos por J” que apareció pegado en los micros junto con una invitación para llamar a la organización y recibir una copia de un libro sobre J.
El encargado de la firma Egged de micros de autotransporte, declaró que “En cuanto Egged se dio cuenta de la clase de publicidad que aparecía pegada en sus coches, el director de publicidad ordenó sacarlos inmediatamente”.
Pero la agresiva campaña misionera no se limita sólo a los colectivos.
Recientemente adosaron dos páginas a los diarios corrientes de modo de hacer pasar su mensaje junto con la distribución de los periódicos; en el mismo invitaban a los lectores a llamar sin costo a un número telefónico para recibir gratuitamente un libro sobre J. Similares mensajes aparecieron pegados en carteleras en las calles de distintas ciudades. El miembro de la Knesset Rabi Yaacov Cohen, de Judaísmo Unido de la Torá, denunció el hecho a la compañía de publicidad que se encarga de dichos carteles, la cual se comprometió a retirar esos ofensivos mensajes.
Rabi Lipshitz, director de Iad LeAjim declaró que “sin duda estamos asistiendo a una dramática expansión de las actividades de los misioneros; sus métodos se están volviendo cada vez más profesionales y están invirtiendo millones de dólares en sus campañas, impulsadas por adeptos desde el exterior que pagarían cualquier precio con tal de convertir a los judíos. Ahora es el momento de que unamos nuestros esfuerzos para lograr sacar una legislación contraria a la actividad de los misioneros. ¿Si no ahora, cuándo?”.
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