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Hay un dicho muy conocido de nuestros Sabios: “Cuando los judíos se levantan, ellos alcanzan los Cielos, pero cuando caen, descienden a las profundidades”. Desgraciadamente esto describe la situación existente entre los dirigentes del gobierno en Israel. No por nada el Estado de Israel fue declarado “uno de los peores lugares del mundo en cuanto al índice de corrupción nacional”.
Resulta estemecedor, pero es un hecho repetido en todos los medios de prensa, que los dirigentes de Israel que están en los más altos cargos del gobierno, están acusados de corrupción.
Mientras tanto, los palestinos – ya sea el Hamas o Abu Mazen, el liderazgo de Egipto o Siria, Turquía o incluso el Presidente de Francia- todos ellos están directa o indirectamente tratando de negociar con el liderazgo israelí. Los medios informan sobre encuentros que tuvo el Primer Ministro Olmert con el presidente Bush, de los EE.UU., con el presidente francés, con el presidente egipcio, etc.
Esto parece un chiste pero no lo es: los medios informaron que “el Primer Ministro de Israel fue convocado a un encuentro con un importante líder de un gobierno extranjero pero debió posponerlo por haber sido citado por investigaciones policiales”.
Ultimamente los medios han comenzado a hablar sobre investigaciones que involucran también al Ministro de Defensa Barak, quien conduce el Partido Laborista. Esas investigaciones no están relacionadas con incidentes ocurridos hoy o ayer; ni siquiera este año o el año pasado. La prensa de hoy habla de historias ocurridas desde 1999.
Si no fuera algo tan serio, resultaría cómico que mientras el Sr. Olmert es acusado de haber recibido “sobres” conteniendo dinero, el Sr. Barak es acusado de haber recibido “cajas de cartón” conteniendo dinero en forma ilegal para su campaña de 1999 para Primer Ministro. De hecho, el Enero de 2000, el Contralor del Estado de ese momento dijo que en la campaña para elegir a Barak como Primer Ministro se habían encontrado 23 organizaciones ficticias, sin fines de lucro, que habían enviado donaciones ilegales para financiar dicha campaña.
Siento un gran malestar por la situación existente entre los líderes del gobierno y los informes sobre investigaciones que se dan a conocer uno tras otro: un día afectando al Primer Ministro de Israel, y el día siguiente, al Ministro de Defensa israelí.
A mi edad, y como alguien que ha venido siguiendo los sucesos en nuestra Tierra Santa a lo largo de todos estos años, yo puedo afirmar que nunca antes nos encontramos en una situación tan desgraciada como la presente.
Tengo frente a mi una foto del Ministro de Defensa Barak junto con el Presidente iraquí y Abu Mazen, en una reunión durante el Congreso de la Internacional Socialista en Grecia. En los diarios se da mucha importancia a la amenaza por parte de Irán. No hay descanso para Israel en cuanto a los problemas de seguridad.
Es realmente peligroso para la seguridad de Israel que el Primer Ministro y el Ministro de Defensa estén más preocupados por otras cuestiones que por encontrar el modo de defender al país.
El Sr. Olmert está tan ocupado preparando su respuesta a las acusaciones que derivan de las investigaciones policiales que le queda muy poco tiempo para concentrarse en cómo dirigir el país.
El Ministro de Defensa Ehud Barak, quien es responsable por la defensa del país, está tan ocupado con encuentros políticos relacionados con el Partido Laborista, que le queda muy poco tiempo para cuidar los asuntos de defensa. Un día por semana está obligado a reunirse con el Jefe del Staff del Ejército para coordinación entre el ejército y su ministerio. El Sr. Barak canceló uno de esas reuniones semanales, recientemente, por “cuestiones más importantes”, y la gente sospecha que están relacionadas con temas de política interna. Es sumamente serio que mientras Israel se enfrenta a una difícil situación en cuanto a su seguridad, el Ministro de Defensa está más preocupado por asuntos políticos que por la defensa.
En conclusión, a fin de describir cómo está nuestra situación, me gustaría repetir el dicho de nuestros Sabios: “Cuando los judíos van hacia arriba, pueden alcanzar los Cielos, pero cuando van hacia abajo, pueden descender a las profundidades”.
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