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En el cementerio de La Tablada entraron vándalos y robaron placas de bronce de 28 tumbas, 7 de ellas pertenecientes al atentado a la AMIA. El hecho ocurrió entre el momento en que finalizaron las actividades en el cementerio, el domingo 6 del corriente a media tarde y la apertura del mismo a la mañana del lunes 7.
El presidente de la DAIA, Aldo Donzis, en diversas declaraciones periodísticas manifestó que no se podía decir que era un acto antisemita, por ejemplo a Ámbito Financiero le dijo: “Se trató de un robo de bronces y de marcos de metal de retratos que afectó a 28 lápidas en el Cementerio de La Tablada. Si bien es claramente una profanación, no podemos hablar de un acto de antisemitismo: todas las veces anteriores en las que se produjeron intrusiones en nuestros cementerios, los autores provocaban daños en las tumbas o dejaban pintadas con esvásticas o consignas antijudías como prueba de su verdadera intención. Y eso, esta vez, no sucedió”; por su parte el presidente de la AMIA, Guillermo Borger afirmó: “No fue un hecho antisemita; nada lo indica”. (9/7, pág. 21).
El Secretario General de la AMIA, Julio Schlosser, tuvo conceptos similares cuando un día antes dijo “No hay elementos para calificar el hecho como racista o con fines políticos”. “Con lo que tenemos hasta ahora se trata de de un robo, aunque no descartamos que nuevos elementos nos muestren otra cosa. No hay pintadas.” (Clarín.com, 8/7).
En está última página se transcriben declaraciones de Olga Degtiar, madre de una de las víctimas del atentado cuya tumba fue profanada manifestó “el domingo a la mañana estaba todo bien y a la tarde ya habían robado las placas (…) Es algo horroroso, es muy extraño porque habla mucho de la vigilancia y la seguridad del cementerio”.
Por su parte la AMIA, por intermedio de la empresa – Verbo Comunicación - que difunde a los medios sus actividades, distribuyó por mail el 8 de julio el siguiente comunicado “Buenos Aires, 8 de julio de 2008. La AMIA pone en conocimiento que el lunes 7 de julio de 2008 a la madrugada, han sido robadas una importante cantidad de placas de bronce del Cementerio Comunitario de La Tablada. Confirmamos que entre esas placas existen siete que corresponden a sepulturas de personas fallecidas en el atentado a la AMIA en 1994. Los familiares fueron inmediatamente informados acerca de esta terrible situación.
Se le ha dado aviso a las autoridades policiales de la Provincia de Buenos Aires para que informen acerca de este hecho, y se ha reiterado la necesidad de fortalecer la custodia de este sagrado lugar. Finalmente, y al mismo tiempo, se está solicitado un encuentro con las máximas autoridades de la Provincia de Buenos Aires, a fin de requerir el esclarecimiento de este lamentable hecho”.
Por su parte La Nación.com del 8 de julio informó que “Sergio Bursztein, integrante de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA, señaló que la dirigencia está haciendo “lo que corresponde” para solucionar el tema”.
En septiembre pasado, con gran difusión mediática, el ministerio de Interior de la Nación y la AMIA informaron que se había instalado en todo el predio del cementerio un dispositivo de seguridad destinado a prevenir actos de vandalismo, profanación y otros delitos, consistente en la colocación de un sistema de cámaras que permitían la grabación y detección de movimientos en un perímetro de hasta mil metros. Sistema este que según se dijo en ese momento le costó al Estado aproximadamente un millón de dólares., y que en esta oportunidad no funcionó.
El tema fue considerado durante la sesión de la Comisión Directiva de la AMIA, que sesionó el 8 de julio a la noche, pero según pudimos averiguar no en el Plenario de Presidentes de instituciones adheridas a la DAIA que se reunió la noche anterior, cuando ya se le había notificado a los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA cuyas tumbas habían sido profanadas – por lo menos algunos de ellos –lo ocurrido.
Qué este hecho se perpetrara a menos de dos semanas del 14º aniversario del atentado a la AMIA fue considerado por una importante cantidad de miembros de la comunidad, según lo informado por la Agencia Judía de Noticias, como un ataque antisemita, pese a que las máximas autoridades de la AMIA y de la DAIA lo calificaron como vandálico.
Lo que no sabemos es que ocurrió con el sistema de seguridad. Ni en el comunicado de prensa, ni en las declaraciones de los directivos de la AMIA se lo menciona. Esto también es muy extraño.
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