El implante Alfa Bio se ha convertido en el quinto de los mayores éxitos israelíes en este año. El Dr. Ofir Fromovich, director y fundador de Alfa Bio Implant en 1988, desarrolló implantes dentales que se insertaban en la mandíbula y servían como plataforma para las coronas y estructuras. En 2003, Fromovich se destacó por crear conjuntamente con otros odontólogos un nuevo tipo de implante que no precisa cortar el hueso como los implantes convencionales sino que se coloca a presión como si se tratara de un tapón. La directora de la compañía, Heliane Canepa, lo desafió a desarrollar un implante revolucionario, dado que ella consideraba que todas las prótesis dentales disponibles hasta la fecha eran terribles. Los pacientes que empleaban los implantes antiguos debían esperar seis meses hasta que se estabilizara el traumatismo maxilar para después poder instalar las coronas. Ese sistema ocasionaba otros daños colaterales en el hueso.
El nuevo implante no tiene ninguna de esas características negativas, se adapta a las situaciones en que el hueso es lábil y ocasiona muy pocos problemas en el tejido óseo. Y además, casi en la mayoría de los casos, la corona puede ser puesta de inmediato.
Los cuatro dentistas que trabajaron en el nuevo implante, trabajan en diversas clínicas privadas donde se atiende la élite de políticos y hombres de negocios de Israel, entre otros pacientes.
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