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En vista de la creciente actividad misionera en todo el país, Yad LeAjim ha lanzado una campaña alertando al público sobre el peligro y la magnitud de esa actividad.
Los carteles de la campaña sobre “perdidos y hallados” son pegados a los árboles y en ellos se puede leer: “Judíos desaparecidos” y en letras más pequeñas, “a cualquiera que los encuentre se le solicita contactarse con urgencia a la línea de emergencias de Yad LeAjim”.
Debajo del cartel hay una nota corta informando sobre la actividad misionera en Israel. “Los misioneros están cazando almas judías inocentes. Ellos están tentando a familias judías pobres con ofrecimientos de ayuda económicas. Su objetivo es lograr convertir a judíos al cristianismo, y cientos de ellos ya han sido bautizados ¡en el estado judío!
Yad LeAjim recibe cientos de llamadas al mes pidiendo ayuda para salvar a judíos que han caído en manos de los misioneros.
“Actualmente Yad LeAjim está tomando todas las medidas legales y legítimas para obstaculizar a los misioneros en sus objetivos.
Si usted conoce a un judío en peligro de ser convertido por los misioneros en su barrio, contáctenos”.
Al explicar la urgencia de su campaña, Yad LeAjim suraya que los misioneros tienen en funcionamiento 120 ramas en todo el país, y que no hay ciudad que no tenga un centro de actividades de los misioneros.
En particular, agrega Yad LeAjim, los misioneros están predicando entre gente joven de escuelas estatales seculares, que son ignorantes del Judaísmo. Esta gente joven no comprende el peligro al que se exponen al dejarse seducir por los misioneros.
Yad LeAjim ubicó estratégicamente sus carteles en lugares donde los misioneros han sido detectados ofreciendo videos gratuitos. El cartel de Yad LeAjim despertó una avalancha de respuestas de parte de judíos que por primera vez estaban comprendiendo la amenaza de la actividad misionera. Otros informaron acerca de lugares en los cuales estaría llevándose a cabo la actividad misionera.
El presidente de Yad LeAjim, Rabi Sholom Dov Lipshitz, dijo que el objetivo de la campaña es “abrir los ojos del hombre de la calle y explicarle al público en general que existe un peligro en cada esquina. El público debe internalizar que existe una batalla existencial con los misioneros respecto al alma judía”.
Rabi Lipshitz agregó que “los misioneros no se detendrán ante nada con tal de conseguir sus objetivos, y nosotros debemos devolver el fuego antes de que sea demasiado tarde”.
Al mismo tiempo, Rabi Lipshitz expresó su decepción frente a “los representantes religiosos que no están usando el peso considerable que tienen para sacar una ley en contra de la actividad misionera que ponga fin a la incesante campaña de exterminio que están llevando a cabo”.
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