Queridos Esteban y Laura,
Dado que ya he cumplido los 57 años y me he puesto bastante contemplativo, hay algo que quiero hablar con cada uno de ustedes y quizás puede ser mejor si es expresado a través de una carta. Así que aquí está. Ahora que ustedes dos son adultos jóvenes y probablemente considerarán casarse en algunos años más, quiero que sepan que la decisión más importante que puedan tomar en su vida es acerca de con quién ustedes se casan. Les repito lo que su Mamá y yo les hemos dicho muchas veces: es muy importante, para su bien, que la persona con la que ustedes se casen sea judía.
Ustedes ya saben que nuestra religión nos exige que nos casemos con otro judío. Ustedes también saben que cuando los judíos nos casamos con no-judíos, estamos extinguiendo el futuro judío. Si los judíos siguen casándose con no judíos, con la alarmante frecuencia actual (más del 50 %), imagínense el destino de los judíos en un par de años. No importa si la familia celebra las fiestas de ambas religiones, o incluso si los niños son “criados” como judíos. Es sólo cuestión de tiempo antes de que una mayoría de nuestro pueblo se asimile, y eventualmente desaparezca.
Pero quizás lo más importante de todo, y puede ser que ustedes no lo sepan, es que el casarse con una persona judía les permitirá a ustedes y a sus niños atesorar el regalo del judaísmo. El hecho de que ustedes no aprecian aquel regalo, es algo que se, es mi culpa. Yo he fallado en gran manera al no mostrarles la belleza del judaísmo, fallé al no proveerlos de una educación judía apropiada y también al no mostrarles el por qué ser judío es algo de lo que hay que estar sumamente orgullosos. ¡Hey!, fue sólo en los últimos 5 años que yo descubrí esta gran belleza, me eduqué al respecto y crecí para estar muy orgulloso.
Les imploro que inviertan el tiempo necesario para aprender y descubrir la belleza y el significado del judaísmo que yo fallé en traspasarles.
Los incito a explorar el judaísmo, y al pueblo judío y a aprender más sobre quiénes son ustedes y de dónde vienen. Ustedes podrían intentar algunos de los métodos que yo intenté. Para mí, algunos libros fueron muy influyentes. También lo fueron algunas clases en Aish HaTorá, que me inspiraron para hacer preguntas acerca de la importancia del judaísmo para los judíos de hoy en día, y que me mostró cuán agradable es ser un judío en esta época. También, el viajar a Israel es impresionante y enormemente educativo. También hay muchos otros caminos interesantes que ustedes podrían decidir explorar, para que vean por ustedes mismos la belleza y la importancia de nuestra fe.
Cada judío es la culminación de las esperanzas de cientos de antepasados judíos. No se olviden, que ustedes no son solamente Esteban o Laura. Esteban, tú eres Shlomó y Laura, tú eres Batsheva. E incluso si ustedes sólo usan sus nombres judíos cuando son llamados a la Torá, es aún quiénes son ustedes realmente, una herencia de sus abuelos, y ellos de sus antepasados. Todos mis antepasados y los de su madre, todos aquellos judíos que vinieron antes de nosotros, vivieron sus vidas - y a veces sacrificaron todo - para conservar su identidad judía y su herencia.
El amor es una emoción poderosa. Tal como ustedes tienen novios y construyen relaciones, así también pueden pensar que están enamorados. Pero lo que el mundo llama “amor” no es todo lo que se necesita para lograr un matrimonio exitoso y feliz. Para que un matrimonio pueda realmente funcionar debe haber no sólo atracción y cuidado mutuo, sino también el hecho de poder compartir ideales y objetivos. Y parte de las metas de un hombre o mujer judía deberían ser las de apegarse a su identidad judía, e inculcar aquella identidad a sus niños.
No me importa si la persona con la que ustedes se casan nació judía o se convierte, de acuerdo a la ley judía, correctamente y por una convicción sincera. Pero si sus esposos no son judíos, sé que habrá lágrimas, en los ojos de su madre y en los míos.
No espero que ustedes entiendan por completo estas palabras porque escribo sobre algo que no es parte de sus experiencias - por ejemplo, un judaísmo interesante, agradable y vibrante al cual ustedes querrían acercarse. Comprendo que mi valorización de la profundidad de nuestra herencia puede no ser suficiente para informarles acerca de esta decisión que es la más importante de sus vidas. Les imploro que inviertan el tiempo necesario para aprender y descubrir la belleza y el significado del judaísmo que yo fallé en traspasarles.
Por favor sepan que las palabras que comparto en esta carta son escritas con todo mi amor por cada uno de ustedes, sabiendo que casarse con judíos es lo mejor y lo que los hará más felices. Mi interés aquí está en lo que es mejor para ustedes dos, como siempre lo ha sido. Y como siempre lo será.
Esteban y Laura, ustedes son mis herencias al futuro. Espero que siempre puedan tener el coraje, la fuerza y la sabiduría para hacer las cosas correctamente - no solamente por los judíos, no solamente por sus padres, sino que por ustedes mismos, sus vidas y su propia felicidad.
Con todo mi Amor,
Papá.
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