Cuando este número de La Voz Judía esté en la calle, y salvo que existan otras complicaciones, ya se conocerán los resultados de las elecciones para las nuevas autoridades de AMIA.
Como se fue informando a lo largo de las sucesivas ediciones, el camino hacia estas elecciones estuvo sembrado de obstáculos y de inéditas situaciones de pulseadas políticas y de creación de nuevas listas de candidatos. Asimismo, en un hecho sin precedentes, hubo un ida y vuelta de uno de los candidatos respecto a su partido de origen, es decir, primero se fue (dado que todo aseguraba que iba a ser desplazado por otro candidato en las internas de su partido) formó una nueva agrupación política, y a último momento volvió a reunirse con el anterior. Queda claro que estoy hablando de Avodá y de A. Kaúl.
Si se quiere, no hay nada nuevo bajo el sol en estas marchas y contramarchas, ya que a nivel nacional suceden varias de estas situaciones que antes nos hubieran parecido estrafalarias, o de una falta de fidelidad absoluta a la palabra dada, como es el caso de los diputados que se convirtieron en K luego de haber sido elegidos a través de un partido opositor, por un electorado opositor al gobierno K. El caso más patético fue el del ex ministro de economía del gobierno kirchnerista, Roberto Lavagna, que primero fue duhaldista, después fue kirchnerista, después formó un partido opositor para las últimas elecciones nacionales donde capitalizó muchos votos de sectores enfrentados con el gobierno, y que luego de perder en las elecciones volvió a acercarse al peronismo kirchnerista, y dejó pagando a quienes lo apoyaron y le dieron su confianza. Esos personajes, gatopardistas, oportunistas, no pueden inspirar la confianza de nadie más. Pero parece que hoy en día la política es así.
Volviendo a AMIA: sería un tanto osado adelantar, seis días antes, quién saldrá vencedor. Pero tomando en cuenta la mayoría de las predicciones, el futuro presidente de AMIA podría volver a ser Abraham Kaúl. Y si ese fuera el caso, no está demás hacer un análisis de la nueva realidad nacional dentro de la cual funcionarán las nuevas autoridades de AMIA, sobre todo teniendo en cuenta que en su gestión anterior al frente de la presidencia de AMIA, el Lic. Kaúl nunca se privó de manifestar su entusiasta adhesión al gobierno del entonces presidente Nestor Kirchner. Sabido es que el gobierno de su esposa Cristina Fernández, es la continuidad del anterior.
Aquí surge la pregunta de cuál será ahora la posición del Lic. Kaúl frente al actual gobierno nacional, dado que, si bien no existe solución de continuidad entre éste y el anterior, lo que ha cambiado rotundamente en los últimos 20 días es el escenario nacional.
Repasemos: el paro agropecuario disparó una serie de sucesos, desde los cacerolazos de apoyo en la Capital Federal y en el Interior del país, pasando por las marchas hacia la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, y llegando a las “contramarchas” del movimiento de piqueteros liderados por Luis D’Elía, que llevó a una columna a “romper” una pacífica demostración cívica en la cual había familias con niños, jóvenes, viejos, enfermos, etc. Por “romper”, entiéndase exactamente eso, ya que entraron a los empujones en medio de la multitud, y a golpes de puño. Por si usted no lo recuerda, Luis D’Elía es el amigo del dictador venezolano Hugo Chavez, quien a su vez es aliado de Ahmadinejad, el presidente de Irán. Por supuesto, D’Elía apoya la “causa” del presidente iraní y ha viajado a ese país para expresarlo. Así como la presencia de D’Elía con los piqueteros conmocionó a la opinión pública, por su prepotencia y su matonerismo, el gobierno no sólo no condenó ese patoterismo sino que además le dio un lugar preferencial junto a los representantes del gobierno y del partido en dos actos centrales llevados a cabo en esos días: uno el del movimiento peronista reunido en Parque Norte, y el otro, en la Plaza de Mayo, el pasado 2 de abril.
Otro de los efectos que produjo el convulsionado paro, que puso al país al borde del desabastecimiento, fue, como no era difícil de prever, algún atisbo de antisemitismo, como fue la profanación de tumbas en un cementerio judío de la localidad de Ubajay, en la provincia de Entre Ríos, donde fueron dañadas unas treinta tumbas. Como se sabe, Entre Ríos fue un polo de importancia central durante el reciente paro, reuniendo a varios millares de productores en la asamblea que determinó el levantamiento de las medidas hasta nuevo aviso.
El conflicto con el campo, hasta el momento, no parece ser de fácil resolución habida cuenta de la dureza de los discursos de la Presidenta cuando se refiere al mismo. Los nombres de los “grandes productores”- es decir, de quienes tienen varias miles de hectáreas de propiedad- que comienzan a circular a través de algunos medios de prensa, incluyen un alto porcentaje de judíos. ¿Es muy descabellado pensar que de profundizarse la crisis habrá cimbronazos sobre la colectividad judía?
Pues bien, este comienza a ser el nuevo escenario nacional sobre el cual deberá actuar la nueva conducción de la AMIA.
Si siempre se alertó a la dirigencia judía respecto de no quedar pegado con ningún poder de turno (lógicamente, desde su rol de dirigentes, lo cual no excluye las simpatías que cada uno pueda tener hacia un sector determinado de la vida política del país), hoy más que nunca resulta indispensable que esta máxima sea entendida, aceptada y respetada por aquel que ocupe, desde el próximo 14 de abril, el sillón de presidente de la AMIA. Sea quien sea.
Y desde ya, le deseamos el mayor de los éxitos en su función, que seguramente habrá de ser en bien de toda la comunidad.
|
|
|