Unos 2.400 refugiados africanos han cruzado la frontera de Israel, entrando por Egipto, desde comienzos de este año, 2008. En total la cifra de refugiados africanos que han llegado a Israel asciende a unos 6.000.
De acuerdo con lo informado con Elisheva Milikovsky, una voluntaria que trabaja con refugiados, habría en Tel Aviv unos 2.600 africanos. Muchos de ellos viven en condiciones paupérrimas, en refugios o en plazas dispersos por todo el sur de esa ciudad.
Cientos de miles de refugiados africanos viven en Egipto y son perseguidos por las autoridades, lo cual provocó que cruzaran el Sinaí e ingresaran al Neguev. Los egipcios intentaron frenar el paso de esos infiltrados, y en diversos incidentes les han disparado e incluso llegaron a matar a algunos de ellos. No obstante, no pueden detener esa marea humana.
La mayor parte de los infiltrados viven en Israel ilegalmente, carecen de seguro médico y de beneficios sociales. En su mayoría trabajan y son ayudados por organizaciones de derechos humanos. Unos 700 de ellos están detenidos en la Prisión de Ketziot hasta que el gobierno decida qué hacer con ellos.
El alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai anunció días pasados que los refugiados serían trasladados a un conjunto de prefabricadas a fin de mejorar sus condiciones. Las mismas serán establecidas en un área arbolada entre la calle Herzl y el Instituto de Medicina Forense de Abu Kabir, y dará refugio a unas 700 personas. La municipalidad ha garantizado que no se cortarán árboles para asentar dicho conjunto en la parte sur de Tel Aviv.
“La idea es erigir un espacio sofisticado en la ciudad”, manifestó Yael Dayan , la vicealcaldesa de Tel Aviv a cargo de los asuntos de los refugiados. “Debido a la inacción del gobierno, nosotros haremos que los refugiados tengan condiciones de vida humanas”.
El complejo tendrá agua corriente, electricidad y aire acondicionado. Se harán duchas y toilettes así como una gran cocina totalmente equipada.
Según Shmuel Rifman, director del Consejo Regional de Ramat Haneguev, declaró que la mayoría de esos refugiados llegaron a Israel en busca de mejores condiciones de vida, en Egipto recibían un pago mensual promedio de U$S10, mientras que en Israel reciben un promedio de U$S1.000. “Yo creo que este es un desastre nacional y será el problema social número 1 en la próxima década”, agregó Rifman. “Hay unos 200.000 más en Egipto esperando tener lugar en la Tierra Santa. Para ellos es la tierra prometida”.
El considera que el Estado de Israel debería construir una muralla para evitar que el problema se acreciente. “Ya no se trata de un problema de seguridad, sino, además, de un problema económico”, concluyó diciendo.
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