Los miembros de la diminuta minoría judía de Irán se reunieron ante el santuario del Profeta Daniel, al sur del pais, para celebrar sus raíces persas y mantener viva a esa decadente comunidad.
Más de 200 judíos iraníes realizaron una larga travesía hasta Susa, desde varias ciudades en todo Iran, para celebrar su Judaísmo en un evento organizado por un grupo de jóvenes judíos locales con el fin de dar respaldo a la comunidad.
“El Profeta Daniel es el símbolo de nuestras orgullosas raíces persas. La reunión en Susa tiene como finalidad destacar nuestra presencia en Iran desde tiempos remotos”, dijo Farhad Aframian, el editor de la revista judía mensual, quien describió a dicha reunión como una oportunidad para que los judíos de todo el país se pongan en contacto.
Dentro del santuario, una mujer judía recitó versículos de la Torá mientras que un hombre rezaba en voz alta en Hebreo. “Yo siento paz cuando rezo aquí”, dijo Parviz Minaei, de 50 años de edad.
Además de la tumba del Profeta Daniel, en Irán también se encuentran otros sitios de importancia para el Judaísmo, como el santuario de Mordejai y de Ester, quien se convirtió en reina de Persia y persuadió al rey Xerxes de no realizar una matanza de los judíos, en una acción que desde entonces es celebrada en la festividad de Purim.
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