La facción en la Kneset de “Israel Beteinu” renunció a la coalición. Esto no sorprende a nadie. Desde el comienzo de la coalición, nunca sentimos que estuviera en condiciones de perdurar. Dia tras dia se esperaba el colapso del gobierno. El Sr. Avigdor Liberman, líder de“Israel Beteinu”, presentó su renuncia. Todos los esfuerzos del Primer Ministro Olmert para mantenerlo dentro de la coalición no tuvieron éxito.
En la historia de las coaliciones gubernamentales desde el establecimiento del estado, no recordamos que haya existido una como la actual. El Sr. Liberman declaró ante la prensa israelí que su facción había renunciado a causa de que ninguna de sus condiciones para permanecer dentro de la coalición había sido respetada. Y ¿cuáles eran las condiciones? La de cumplir con la exigencia de reconocimiento de los casamientos civiles, los cambios en el proceso de conversión, el cambio en la forma de conducir el gobierno y el intercambio de territorio con los palestinos. Esas cuatro condiciones forman parte de la lista de decretos que habían comenzado con el gobierno de Sharon y que continuaron durante el de Olmert.
Hay una larga lista de decretos que afectan enormemente la existencia del Judaísmo Ortodoxo en nuestra Sagrada Tierra; esos decretos infunden un gran temor en el Judaísmo Ortodoxo. En los círculos que forman parte de la coalición del Primer Ministro Olmert resulta claro que esta es una de las peores coaliciones, desde los comienzos del estado, para el Judaísmo Ortodoxo.
Como se puede apreciar, la renuncia del Partido “Israel Beteinu” es sólo el comienzo del colapso de la coalición. Creemos que no hay forma de que esta coalición continúe. Toda la prensa israelí ve en esta renuncia el inicio de un camino que será seguido en poco tiempo más por otros partidos. Los integrantes de la coalición son muy pesimistas respecto a la continuidad de esta coalición.
Nadie ve que exista un desarrollo positivo en las negociaciones con los palestinos. Todos los titulares de los medios hablan de ir a elecciones.
Quienes le solicitaron a la Unión del Judaísmo de la Torá que se uniera a la coalición recibieron una contundente respuesta negativa. La Unión del Judaísmo de la Torá no podría considerar unirse a una coalición que no hizo nada para abolir esos decretos que impidieron que formara parte de dicha coalición. En tanto perduren los decretos contrarios a la existencia del Judaísmo de la Torá, de las Ieshivot y de las escuelas de Torá; en la medida en que no eliminen todos esos decretos que le complican la existencia a las familias numerosas: ¿quién podría considerar darle respaldo a esta coalición?
Me gustaría relatar un incidente que sucedió una de estas noches pasadas. Al salir de un encuentro en el que se habló de Torá y de nuestra existencia política, me sobresalté al escuchar una conversación. Una mujer, que portaba una canasta, se encontró con una amiga a altas horas de la noche; la amiga le preguntó dónde iba con una canasta a esas horas de la noche, y ella le respondió con tristeza y turbación en su rostro que iba a una celebración de casamiento. Le dijo con lágrimas en los ojos que en su casa tenía seis niños y que no tenía comida para darles. Por lo tanto, ella se veía obligada a ir a las fiestas donde se realizaban casamientos y juntar los restos de comida que quedaban en las mesas, ponerlos en su canasta y llevárselos a sus hijos en su hogar.
En verdad, yo sabía lo que estaba pasando por haberlo leído en los diarios y haberlo escuchado en la radio, respecto a que muchas familias numerosas carecen de suficiente comida para sus hijos por los recortes que el gobierno hizo en los subsidios. Sin embargo me sentí impactado cuando escuché a esa mujer diciendo que iba a las fiestas de casamiento para juntar los restos para darles de comer a sus hijos.
Esta historia me perturbó sobremanera y no puedo dejar de pensar en ella. Estoy compartiéndola con mis lectores para mostrarles en qué situación estamos inmersos. Los responsables de esta situación son el gobierno y su coalición, que llevan adelante los decretos en contra de las familias numerosas. Después de oir esa historia me costó varias horas poder conciliar el sueño. Yo siento que es mi deber sagrado describir nuestra situación que fue causada por este gobierno. Muchos miles de niños están sufriendo por la falta de alimento. Todos nosotros estamos esperando liberarnos de una coalición que ha provocado semejante situación, y debemos luchar para que esto termine.
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