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Los últimos días del 2007 y los primeros del 2008 fueron extremadamente tórridos, con temperaturas y sensaciones térmicas sumamente altas.
Podemos decir que algo similar ocurrió en la interna comunitaria, donde el penúltimo día hábil del año se reunió en forma extraordinaria el Comité Central de Avodá para considerar el pedido de licencia hasta la finalización del período electoral de la AMIA de seis de sus nueve miembros, entre los que se cuentan su presidente, el licenciado Raúl Stolarza y el presidente de la AMIA Luis Grynwald.
Que la mayoría de la conducción del factor político comunitario que hasta el presente ha sido el mayoritario pida licencia cuando enfrenta una campaña electoral para la AMIA no es algo muy comprensible, excepto que quienes lo hacen no estén de acuerdo con el dirigente que designado como candidato a presidente, el ingeniero Manuel Junowicz.
Evidentemente no ha sido indolora la renuncia del licenciado Abraham Kaul a Avodá, el 22 de octubre pasado, y su inmediata decisión de fundar un movimiento que lo postule como candidato a la presidencia de la AMIA, como en un primer momento varios dirigentes de Avodá afirmaron, sino que dejó secuelas.
De acuerdo a lo que informó la Agencia Judía de Noticias, el Comité Central de Avodá consideró que el movimiento estaba acéfalo y resolvió convocar a un Kinus para fines de enero a fin de elegir una nueva conducción mientras tanto Liliana Kurzrok y Manuel Schvarzman, los miembros de la conducción que no pidieron licencia, estarían a cargo de la secretaria del movimiento junto a una comisión de adherentes que colaboraría en la campaña electoral para las elecciones de la AMIA.
Por su parte el movimiento liderado por Abraham Kaul, “Unidad Comunitaria”, comenzó su campaña electoral, la que está destinada a captar el voto de los socios de la AMIA que no participan de los “partidos” en base a la gestión que realizó cuando presidió la institución entre mediados del 2002 y 2005. Que la haya iniciado en el mes de enero es una novedad que indica que intentará difundir su mensaje entre quienes aprovechan la época estival para tomarse vacaciones.
El ingeniero Manuel Junowicz no se ha mantenido inactivo, sabemos que desde principios de noviembre permanentemente mantiene conversaciones con los dirigentes del resto de los “partidos” explicando su propuesta, que se basa en un concepto netamente kehilatí, y nos imaginamos que próximamente también saldrá a buscar el apoyo de los socios de la AMIA manteniendo reuniones en diversas instituciones de Buenos Aires y su cono suburbano.
Iahadut Hatorah y Mizraji, mientras tanto, se muestran confiados en la labor que realizó desde casi el mismo momento en que culminó el periodo electoral que designó a Luis Grynwald presidente de la AMIA, asociando a una gran cantidad de sefaradim a la Kehila.
Uno de los “partidos” tradicionales que en los últimos tres años modificó su conducción y desde hace varios meses está abocado a las elecciones de AMIA es el Likud. Sus actuales dirigentes son mayoritariamente jóvenes y se muestran muy activos en todo lo que tiene que ver con el acontecer comunitario, manteniendo una postura que intenta por todos los medios posibles de evitar los enfrentamientos que pueden perjudicar a la comunidad y difunden su pensamiento, vía Internet, editando semanalmente la publicación “Chik”.
Según versiones, Agudath Israel solicitó el padrón de asociados de AMIA de lo que se desprende que se presentarán a elecciones.
En el Movimiento Sionista Renovador también existirían divergencias entre quienes lo conducen y el que los representa en la Comisión Directiva de la AMIA, el licenciado Nataniel Gorenberg, y hasta el momento no es conocida su postura frente al próximo acto electoral de la AMIA, si bien están manteniendo reuniones con alguno de los otros “partidos”.
Meretz, de acuerdo a las versiones oficiosas, apoyaría a Abraham Kaul, mientras que el sector integrado por los conservadores y reformistas, muy disgustados con la actual conducción de la AMIA por el proyecto de establecer parcelas separadas para el entierro de las personas convertidas al judaísmo por sus rabys dicen que se mantendrán ajenos a la elección, aunque en base a lo ocurrido en años anteriores no sería extraño que finalmente revean esa actitud.
En definitiva, tanto lo ocurrido en Avodá como el inicio de la campaña electoral de Kaul han “calentado” la interna comunitaria en esta última quincena.
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