Podría sonar como ciencia-ficción, sin embargo, científicos de la Universidad de Haifa, del Tejnión, han desarrollado por primera vez en la historia un robot miniatura que puede moverse a través de la corriente sanguínea. Los investigadores afirman que el logro de la miniaturización no tiene precedentes así como la capacidad para controlar la actividad del robot por períodos ilimitados de tiempo, para cualquier tipo de procedimiento médico.
En comparación, el diámetro de un robot similar, desarrollado por investigadores de la Universidad de Kyoto, es de un centímetro, aproximadamente el tamaño de un garbanzo, en tanto el del robot israelí es de un milímetro, que es como el tamaño de una semilla de amapola.
El nuevo robot consiste en un tubo del cual se despliegan pequeños brazos que permiten al robot atravesar con firmeza las paredes de los vasos sanguíneos. Los operadores pueden manipular el robot para hacerlo avanzar y su estructura especial le permite nadar a través de una variedad de vasos de diferentes diámetros.
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