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Es sabido que en la AMIA desde unos seis meses antes de la finalización del mandato de una Comisión Directiva comienzan las conversaciones entre los factores políticos internos, los “partidos”, como generalmente se los denomina, para ver que alianzas pueden establecer para participar del acto electoral con posibilidades de obtener cargos en la próxima conducción. Este periodo preelectoral por otra parte le genera ciertas dificultades a la conducción ya que algunos dirigente están más preocupados por lo que ocurrirá luego de la elección que en el manejo diario de la institución.
Período Preelectoral
En esta oportunidad el periodo preelectoral comenzó mucho antes, debido a lo ocurrido en Avodá, que Abraham Kaul decidió retirar su precandidatura el mismo día en que se debía realizar la votación interna y presentó su renuncia como miembro del partido, a la vez que anunciaba que constituiría una nueva agrupación con la finalidad de participar en las elecciones con él como candidato a presidente.
Esa situación obligó a las autoridades de Avodá a designar como candidato a presidente del movimiento al precandidato restante, Manuel Junowicz. En los dos meses transcurridos de ese 22 de octubre algunas cosas fueron surgiendo, unas aclarando el panorama y otras obscureciéndolo.
Por un lado se comenta que mientras que la mayoría de afiliados de Avodá apoya a Manuel Junowicz, entre los que no lo hacen se contarían algunos de quienes integran la directiva del movimiento. Esto aparentemente no significa que apoyen a Kaul, sino que no están de acuerdo con el modelo kehilatí que propone Junowicz.
Por otro Mario Sobol, a principios de diciembre presentó su renuncia a Avodá para integrarse al movimiento “Unidad Comunitaria”, formado por Kaul, quien le habría ofrecido ser el candidato a vicepresidente primero.
Mientras tanto Manuel Junowicz mantuvo conversaciones con los máximos dirigentes del resto de los “partidos”, aunque todavía no se anunció que haya establecido un acuerdo con ninguno.
Sobre que harán los “partidos” tampoco ha trascendido mucho, excepto que por ciertos comentarios parecería que uno de ellos, Meretz, se inclinaría por apoyar a Kaul.
El Movimiento Sionista Renovador, al que pertenece el actual Secretario General de la AMIA, por su parte enfrenta una situación delicada pues la escuela Natan Gesang, su bastión, cerró su secundaria por falta de alumnado. También trascendió que existen diferencias entre la conducción de este “partido” y su representante en la Comisión Directiva de la AMIA.
El nuevo cementerio
Cómo si las dificultades que genera el periodo preelectoral no fuera suficiente, se le suman las diferencias surgidas respecto al proyecto de establecer un sector diferenciado en el cementerio de La Tablada para que se puedan inhumar los fallecidos convertidos al judaísmo sin respetar las disposiciones de la Halajá por los rabis conservadores y reformistas, que de acuerdo al Presupuesto para el 2008, se lo denomina “Nuevo Cementerio” (Nota 6, página 16).
Según ha trascendido el lugar elegido no respetaría el acuerdo que los “partidos” firmaron en su momento, debido a lo cual Iahadut Hatorah decidió retirar su firma de dicho acuerdo.
Esta medida haría que todo el acuerdo quedara sin efecto, pues una de las cláusulas del mismo establece que debía ser firmado por todos los partidos que participan en la vida política interna de la AMIA.
Por su parte algunos del resto de los “partidos” que habían firmado le enviaron una nota a la presidencia de la AMIA pidiendo explicaciones.
Estos hechos habrían molestado al presidente de la Kehila, quien anunció que en estas condiciones el proyecto del “Nuevo Cementerio” quedaría frenado y sería la nueva conducción la que debería resolver al respecto.
Mientras tanto, tal como informáramos en nuestra edición anterior, la AMIA aceptó realizar un entierro de una persona convertida sin respetar las disposiciones de la Halajá, lo que al tomar estado público por un medio que es LA VOZ JUDÍA, generó ciertas molestias entre los miembros” observantes” de la Comisión Directiva, como también que la AMIA “presentara” películas en Shabat durante el 5º Festival de Cine Judío.
Asamblea Frustrada
Con este panorama de fondo debía sesionar el Rat, la Asamblea de Representantes de Asociados, el pasado 20 de diciembre para considerar como puntos principales el Informe de la Secretaría General sobre las actividades cumplidas desde la Asamblea Ordinaria anterior, seis meses aproximadamente y considerar el Presupuesto correspondiente al año 2008.
Debido a que no se logró el quórum que establece el Estatuto vigente, que en segunda convocatoria estuvieran presentes 46 Representantes de Asociados, la Asamblea no pudo sesionar y por lo tanto no se consideró ni el informe de la Secretaría General ni el Presupuesto para el 2008.
Esto ocurrió por dos motivos, el primero que Iahadut Hatorah decidió no concurrir e igual tesitura asumió el Movimiento Sionista Renovador, pese a que quien está a cargo de la Tesorería de la AMIA representa al primero de los “partidos” que estuvo ausente y el Secretario General al segundo.
El segundo que Avodá que teóricamente tiene la mayoría propia en la Asamblea no logró que un porcentaje importante de sus Representantes de Asociados se hiciera presente.
Presupuesto 2008
La confección del Presupuesto 2008 siguió los mismos lineamientos que los últimos presupuestos presentados, ajustando los montos del Presupuesto 2007 de acuerdo al índice inflacionario en algunas partidas, mientras que en otras el porcentaje es mayor, sin dar los motivos que expliquen esa diferencia.
Según nos hizo notar uno de nuestros colaboradores, que analizó el Presupuesto que se debía considerar, la AMIA dentro de los Subsidios a Escuelas (Punto 14, item B, página 21) incluye el siguiente párrafo: “La AMIA mantiene una línea propia de $ 38.900 mensuales que distribuye en el terciario Bar Ilan, perteneciente a Talpiot, la Yeshiva Jafetz Jaim, el Seminario Guertzenstein y Torah Umesorah”.
Ese monto mensual es la única ayuda económica que la Kehila brinda a instituciones educativas raigales que no forman parte de la denominada “red escolar judía”, las demás Ieshivot no reciben ninguna ayuda económica.
Debido a que el importe mensual del subsidio que la AMIA le otorga a Torah Umesorah es de $ 1.500, a las tres instituciones restantes le corresponderían algo más de $ 37.000 mensuales.
Respecto al importe que recibe Torah Umesorah debemos decir que el mismo no alcanza para solventar el desayuno de los alumnos del interior del país a los que se les brinda educación judía mientras cursan los últimos años del secundario, un terciario o una carrera universitaria. Pero como este es un tema que tiene más que ver con el tipo de institución que queremos que sea la AMIA, que con el hecho de que no se obtuviera el quórum necesario para aprobar el presupuesto, lo consideraremos más adelante.
Conclusión
Evidentemente que las posturas divergentes existentes respecto al “Nuevo Cementerio” se suman al período preelectoral, generando una situación en la que se unen aspectos ideológicos, intereses sectoriales y apetencias personales.
Que esto ocurra no debe sorprendernos, pues es la lógica consecuencia de una falta de visión clara de que tipo de institución se desea que sea la AMIA.
Cuando hace casi tres años Agudat Israel de Argentina decidió no participar del acto electoral del que surgió la actual conducción de la AMIA, lo hizo convencida de que no existía la posibilidad de que quienes la dirigieran, por más buena voluntad y deseos que tuvieran, pudieran lograr modificar la tendencia desjudaizante que se estaba afianzando en la institución. Tendencia que privilegia el accionar de quienes dejan de lado las ancestrales tradiciones del Pueblo Judío en lugar de sostenerlas y apoyar a los sectores de la comunidad que se dedican a enseñarlas y llevarlas a la práctica.
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