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Los siguientes datos pueden provocar temor. Por eso es necesario primero que todo acalrar que un sistema de aire acondicionado de buena calidad, instalado apropiadamente (con la medida adecuada al diseño y a la ventilación del ambiente), y con un mantenimiento regular, puede ser un 70% más eficaz que otro precariamente planeado o inadecuado. Por lo tanto, por favor, tenga en cuenta la salud de su familia y consulte a un profesional en el tema para que lo asesore sobre la pureza del sistema elegido así como de la ventilación de su hogar.
Hechos y cifras
Anualmente, se desarrollan unos 6.000 nuevos componentes químicos; muchos son usados en ambientes interiores durante todo el día, en casa y en el trabajo. Agregue a esos contaminantes el polvo, el hollín, las bacterias, los virus, el humo de tabaco, el polen, la suciedad, la grasa, el amianto y numerosos otros contaminantes que pueden afectar nuestra respiración y nuestra salud. Sin duda, el aire de un ambiente cerrado está, en promedio, de dos a 10 veces tan poluído como el peor smog exterior.
Se ha probado que los virus y las bacterias que se desarrollan en los conductos, la serpentina y los huecos de los sistemas de ventilación de los edificios, causan inquietantes porcentajes de casos que pueden ir desde la fiebre hasta la tuberculosis. Se ha encontrado que algunos sistemas de aire acondicionado pueden contener más de 27 especies de hongos.
El 50% de todas las enfermedades se agravan o pueden estar causadas por una ventilación interior poluída (American College of Allergies).
Los niños son más proclives que los adultos a verse afectados por el aire interior poluído dado que respiran más aceleradamente, inhalan más por cada unidad de peso corporal y están más cerca del piso, donde las concentraciones son mayores.
Los edificios se construyen en la actualidad con menor espacio de aire entre sí, conteniendo una larga lista de de fuentes de polución. Como resultado de ello, los agentes purificadores naturales del aire, tales como el ozono y los iones negativos, carecen de espacio y el mismo es ocupado por agentes contaminantes.
Un niño que gatea por el piso inhala el equivalente a cuatro cigarrillos por día a causa de las emanaciones de polvo, hollín y hongos que se encuentran en las alfombras.
Diariamente, una persona respira, en promedio, dos cucharas colmadas de partículas aéreas que nuestros sistemas intentas procesar y descargar por medio de nuestros órganos.
Como prevenir la enfermedad que produce el aire acondicionado
A comienzos de cada estación fresca del año, inspeccione el sellado existente entre el equipo de aire y el marco de la ventana para asegurarse de que haga contacto con la caja metálica del aparato. La humedad puede dañar ese sellado dejando que el aire frío escape fuera de la casa.
Limpie o reemplace regularmente el filtro –cada mes aproximadamente, dependiendo de la frecuencia de su uso. Cuando el filtro está sucio, se reduce la eficiencia de la energía del equipo y se multiplican los gérmenes.
No permita fumar dentro de su casa.
Deje abiertas las puertas que comunican las habitaciones la mayor cantidad de tiempo posible.
Deje parcialmente abiertas algunas ventanas.
Instale extractores de aire en los baños.
Instale un extractor que elimine los gases que puedan concentrarse en su cocina y úselo mientras prepara los alimentos.
Inspeccione regularmente los calefones y los secadores de ropa.
Tenga en cuenta instalar sistemas de purificación de aire.
Y lo más importante: trate de asegurarse de pasar diariamente algún tiempo fuera de su casa para poder respirar aire fresco.
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