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Un creciente activismo de jesuitas misioneros ha comenzado en la ciudad de Sderot –que vive bajo amenaza de los Kassam- de dos semanas a esta parte, según relatan los residentes de la misma. Como si fuera poco tener que enfrentar las explosiones de cohetes Kassam, la pequeña ciudad habitada en su mayoría por una clase trabajadora, enfrenta hoy otro peligro: el activismo de los misioneros. Según los residentes, ellos están “sacando ventajas de las dificultades y están tratando de convertirnos a su fe”.
Herzl Shayubi, quien hasta hace poco fue vice-alcalde de Sderot, declaró que “es notable cómo ellos se volvieron muy activos recientemente, hablando de arrepentimiento y repartiendo puerta por puerta Biblias y otros materiales. En una oportunidad yo tuve que parar físicamente a uno de ellos cuando vi lo que quería hacer”.
En todo el país ellos venden ediciones baratas del Nuevo Testamento, pero en Sderot estuvieron repartiendo una edición muy imaginativa, con bellas tapas en dorado y negro y con páginas de borde dorado. Moshe Malka, un activista de la organización anti-misionera Yad LeAjim, quien tiene familiares viviendo en Sderot, dijo que “los misioneros, en su mayoría ‘judíos mesiánicos’, a menudo aparecen los días de feria ofreciendo sus destructivos productos… Muchos residentes dicen que los misioneros están tratando de sacar ventajas de su difícil situación para instarlos a que tomen sus servicios, y parece que han fijado su objetivo en Sderot.” Los misioneros siempre se aprovechan del ignorante o del débil. Ellos tienen dos casas en Sderot, en una dan una clase semanal en ruso, los viernes por la noche, y en la otra, dan un servicio de rezos de Shabat, resaltando a Jesús, por supuesto.
Yad LeAjim ha aumentado su actividad anti-misionera en Sderot, estableciendo contacto con la Ieshivat Hesder y con Beit Jabad del lugar.
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