Si primero repasaramos los siete pecados capitales, a saber: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia, entonces podremos acceder en el campo médico a un nivel mas profundo de comprensión y de entendimiento del o de los padecimientos(incluso los físicos) de nuestros consultantes y pacientes.
Y es que muchas enfermedades tienen su base o sustrato en trastornos del pesamiento y una base o terreno que tiene que ver con emociones o sentimientos negativos.Todo este combo de negatividades termina “fijandose o tomando forma en el cuerpo físico en su totalidad o en algún órgano en particular”.
En estas lineas me refiero a malas inclinaciones de este individuo que pueden abonar el terreno para dar paso a enfermedades del cuerpo.Sean de naturaleza infecciosa, como las ETS(enfermedades de
transmisión sexual), o de enfermedades que tienen que ver con el aparato Cardiovascular(corazón y vasos sanguineos) que expresan y sufren esa “hiper-tensión” de la cual esta persona no logra liberarse.
Para honrar esa extraña virtud que es la síntesis, debemos pensar siempre en ese puente invisible pero real que une lo espiritual-psicológico-emocional-físico o corporal.
Un fumador es algo mas que un adicto a la nicotína.Un depresivo no es solo un estado consecuen-cia de una alteración de la química cerebral.Y un obeso, no solo implica una persona con un exceso de tejido graso o adiposo.O aquel que alegremente algunos llaman un “gordo simpático”.
Nosotros, y para el final, tratamos las consecuencias que son el motivo de consulta.Pero no debemos ignorar las causas intentando bucear en la historia clínica de nuestro paciente.Los médicos de cabecera podemos ayudar y mucho.Podemos ayudar mucho prestando aquello que es
mas valioso y que hoy por hoy no abunda.Me refiero a: nuestro corazón, un poco de nuestro tiempo y la oreja(escuchar).Seguramente estos recursos del diagnóstico y del tratamiento que son tan accesibles pueden ser utilizados por los médicos de atención primaria, o su derivación a un terapeuta(psicólogo o psiquiatra).Los médicos y con esto seño la nota, no juzgamos(en el sentido moral, religioso o legal), solo intentamos asistir a ese ser que esta sentado frente a nosotros, con su angustia, sufrimientos, equivocos y aciertos.
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