Diversos organismos oficiales de Israel han lanzado una campaña destinada a ayudar a los judíos de Irán a realizar su Aliá. Ellos tienen derecho a una ayuda mayor que los demás Olim a su llegada al país. La reacción de notables judíos iraníes, en las cuales es difícil de todos modos medir su autenticidad, ha sido tajante: “Los judíos de nuestro país son descendientes de iraníes, y su identidad no puede ser objeto de proposiciones comerciales. Nosotros amamos la cultura iraní, y esa clase de incitaciones infantiles no pueden influir en nosotros”…
En la actualidad sólo quedan entre 20 y 25.000 judíos en Irán, la mayor parte de los cuales vive en Teherán, pero los demás viven en Chiraz y otros pueblos del país. Ellos gozan de una total independencia de culto y sus hijos cuentan con sus propios lugares de estudio. Su situación financiera es buena, e incluso tienen una representación simbólica en el Parlamento.
Oficialmente, ellos viven en total libertad en Irán, pero resulta claro que dicha libertad está condicionada y que algunos judíos son, cada tanto, acusados de aliarse con el enemigo.
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