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Según cálculos estimados por la administración de SELA, el organismo encargado del manejo de los evacuados, el costo total del Plan de Desconexión de Gaza superaría los 4.73 billones de dólares, en tanto que la cifra original calculada era de 740 millones.
A fin de llevar a cabo la evacuación de Gaza y del norte de Samaria en 2005, miles de soldados de Tzahal, oficiales de la Guardia Fronteriza y personal especial de la policía “Yassam”, de uniforme negro, desalojaron de sus hogares por la fuerza a más de 8.000 judíos, destruyendo 25 ciudades en las cuales habían vivido durante décadas. Cada familia expulsada de Gaza terminará costándole al estado un promedio de 740.000 dólares de acuerdo a SELA. Sólo una pequeña parte de esa cifra llegará a los refugiados en compensación por el cambio definitivo de vivienda, dinero para gastos de mudanza y viviendas temporarias.
Asimismo, hay gastos relacionados con la compra de nuevas viviendas, sustitución de tierras para trabajar, comercios y otras compensaciones; el costo de todo lo cual sigue en ascenso.
Los montos finales aún deben ser determinados, dado que el trabajo ha comenzado por la construcción de sólo dos de las 24 comunidades permanentes para evacuados. Hasta el momento no ha sido trasladada ni una sola familia a las viviendas permanentes que fueron preparadas por el estado.
Una triquiñuela habitual del gobierno para traspasar actos impopulares y calmar a la oposición es subestimar en gran medida los costos reales y fingir sorpresa cuando éstos comienzan a ascender.
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