¡Quien no escuchó hablar de Avraham! Conocemos mucho acerca de su vida, sobre su esposa Sará y su hijo Itzjak. ¿Quiénes más fueron sus parientes? Su papá, Teraj fue idólatra y lo escoltó desde Ur Casdim hasta Jarán. Luego Avraham siguió viaje -por orden de D”s - y llegó a Cna’an. Por supuesto, Sará, su esposa lo acompañó. Sin embargo, hubo otro protagonista que tuvo mucha conexión con la vida de Avraham. Era su sobrino Lot, hijo de Harán, el hermano fallecido de Avraham. D”s no le exigió a Lot acompañar a Avraham y se podía haber quedado viviendo cómodamente en la casa de su abuelo Teraj en Jarán. No obstante, siguió a Avraham hasta en las difíciles circunstancias de ir a Egipto a causa de la hambruna de la tierra de Cna’an. ¿Quién fue Harán, por qué falleció, y por qué Lot siguió a Avraham? ¿Por qué la relación de Lot con Avraham tuvo un final tan poco feliz?
Algunas de las respuestas nos las da el Midrash. Sobre Harán, nos dice el versículo que “falleció frente a su padre Teraj en Ur Casdim”. ¿Cómo ocurrió eso? Dice el Midrash que cuando se le ofreció a Avraham la opción de renunciar de sus convicciones y unirse a los idólatras, Harán, su hermano especuló: “Si Avraham sale victorioso, me adhiero a él. Si
no, sigo al rey Nimrod...”. Avraham sobrevivió el intento de ser martirizado en la hoguera. Harán recién entonces lo apoyó “incondicionalmente” - pero fue consumido por las llamas. Sin embargo, ya vimos que Harán tuvo cierta simpatía, si bien sin la convicción debida, por las ideas que exponía su hermano Avraham. Aparentemente, Lot siguió la tendencia del padre, pues sentía aquella misma vocación “religiosa” por los ideales del tío. Quizás sea esa la razón por la cual lo acompañó.
Tal como escribimos antes, Lot se sumó a Avraham en su viaje a Cna’an. Mudarse a un lugar nuevo en aquellas épocas no era ni más fácil ni menos riesgoso que hoy día. Apenas llegaron a Cna’an y D”s prometió toda la tierra a la descendencia de Avraham, emergió un hambre muy intenso (la primera vez en la historia de la humanidad que escaseó alimento en algún país) y Lot optó por seguir escoltando a Avraham (Que era el único que había recibido la orden de D”s de mudarse), en lugar de volver con su abuelo Teraj a Jarán. Incluso en Egipto, cuando se le dieron obsequios a Avraham en la creencia que Sarai era su hermana (que según el Midrash era hermana de Lot), Lot cooperó al mantener el secreto del vínculo conyugal que unían a Avraham y Sará. (Más tarde, ese silencio le sirvió
de mérito en momentos críticos).
Sin embargo, cuando vuelven de Egipto, las cosas se ponen agrias. Surgieron conflictos entre los pastores de Avraham y los de Lot. A raíz de aquel problema, Avraham ofrece a Lot separarse. Lot acepta, y va a vivir en las cercanías de Sdom, una ciudad que se caracterizaba por su egoísmo - la antítesis de su tío Avraham, cuyos actos de bondad y
caridad son legendarios.
En todas las familias suelen surgir desavenencias, que luego, frecuentemente, se resuelven. Eso podía haber sucedido en la familia de Avraham. ¡Por lo cual, no se entiende por qué Avraham, que solía ser tan condescendiente y generoso con extraños desconocidos, no podía ser más acomodaticio con su propio sobrino Lot! Rash”i nos ayuda al explicar el motivo del conflicto entre los pastores de uno y del otro. Los pastores de Avraham tenían orden de colocarle bozales a sus animales hasta que llegaran a los campos que no tenían dueño, para que no comieran de campos privados ajenos. Lot no exigía a sus pastores ser tan escrupulosos. Ante el cuestionamiento de los primeros, los pastores de Lot explicaban: “D”s prometió la tierra a los descendientes de Avraham. Su único heredero es Lot. Por lo tanto, podemos considerar que todo el pasto igual nos pertenece”. Para aclarar que esa postura no tenía justificación legal, el mismo versículo nos aclara que el cna’anita y prizita habitaba la tierra en aquel momento - ¡y recién pertenecería a los descendientes de Avraham en el futuro!
Avraham no quería tener más a Lot a su lado. Robar está mal y debe ser censurado. Sin embargo, mientras el ladrón comprende que está en infracción, tiene la posibilidad de rectificar lo que hace. No obstante, si ya decidió racionalizar sus actos y no les ve nada malo, no tiene solución. Después de años de estar cerca de Avraham, Lot eligió acercarse al extremo moral opuesto: Sdom. Es decir, fue a las cercanías de Sdom, quizás porque quedaba mal ir de la casa de Avraham a Sdom, pero, con el tiempo, sus negocios lo condujeron a Sdom (otra coartada).
La ciudad de Sdom era muy opulenta y codiciada, y pronto se vio involucrada en una guerra. En aquel momento, Lot ya era ciudadano de Sdom, con todos los derechos - y sus peligros. A pesar que Lot se había desviado, Avraham se arriesgó y lo rescató. Lot no aprendió y - ¡volvió a Sdom!
Pasaron unos cuantos años más. D”s le anunció a Avraham que la perseverancia Di-vina en relación a Sdom (y las ciudades adyacentes) había llegado a su límite. Sería destruida. Avraham, imploró y regateó con D”s para salvar la ciudad, pero ésta no contaba con suficiente cantidad de gente merecedora. Su suerte estaba sellada. Para ese entonces, Lot ya era juez de Sdom. Un juez, se rige y tácitamente acepta las leyes del lugar. Lot recibió a los mensajeros Di-vinos en su hogar, a pesar que la hospitalidad estaba en contravención a la ley local, pero los habitantes de la ciudad lo rodearon y amenazaron con destruir la puerta de su casa si no ponía a su disposición a los “huéspedes”. En aquel momento, Lot ofreció a sus dos hijas solteras como objeto de placer en “sustituto” de los visitantes. Los Sabios declararon al respecto: “Habitualmente una persona da su vida para preservar el honor de sus hijas y éste (Lot) las entrega. Para si mismo las guarda”.
Los emisarios Di-vinos le advirtieron a Lot acerca del desastre que estaba por suceder para que salvara a sus hijas casadas y a sus yernos, pero éstos se burlaron de él. Lot quiso entonces salvar sus bienes, pero ya era tarde. Toda la fortuna mal habida que lo había tentado hacia Sdom, quedó sepultada bajo sus escombros. Suponiendo que la lección de vida era ya más que evidente, los mensajeros le insistieron para que volviera con Avraham, pero no hubo caso. Vivir con el tío era una exigencia moral a la cual no estaba dispuesto a volver. En lugar de eso, fue a habitar en una cueva en la cual engendró los pueblos de Moav y Amón en una relación incestuosa con sus dos hijas.
Las oportunidades en la vida se dan. Muchas veces, como en el caso de Lot, se desperdician. A Lot le gustaba la vida de bondad de Avraham, hasta el punto de copiar algo de su hábito al recibir a los emisarios Di-vinos en su casa de Sdom a pesar del riesgo que implicaba. Pero no estaba dispuesto a renunciar a las pasiones y a su apego, su afición y su devoción por lo material. Llega un punto en el cual uno debe decidir: ¿Hacia qué lado?
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