Uno de los deberes que cumplimos en Sucot, y que data de la época de los profetas es una Tefilá conocida bajo el nombre de “Hoshanot” (lit: “Sálvanos”).
A diferencia de otras Tefilot que recitamos en el Bet HaKneset sentados o parados quietos en un solo sitio del Bet HaKneset, esta Tefilá tiene una característica especial: los feligreses circulan alrededor del Bet HaKneset con las “cuatro especies” (Lulav, Etrog, Hadasim y Aravot) en mano y recitan esta Tefilá. Obviamente es un tanto extraño, si uno no sabe de qué se trata.
Tratemos, pues, de aclarar un poco este tema.
Sucot ocurre en un momento crítico del calendario hebreo. Transcurrieron apenas unos días desde que finalizó Iom Kipur, y aun se considera que no ha concluido el Juicio de este día sagrado hasta el último día de Sucot, conocido también como “Hoshaná Rabá”.
Al mismo tiempo, Sucot está ubicado en el otoño, cuando los habitantes de la tierra de Israel recolectan en silos lo que han cosechado en la temporada anterior y se preparan para enfrentar el invierno boreal que se avecina.
Invierno significa época de necesidad de lluvias. Si la lluvia fuera escasa, esto redundaría en una insuficiencia en los vitales alimentos de los cuales todos dependemos para subsistir.
En ese momento, al emprender la siembra antes del invierno, los judíos imploramos por la abundancia de lluvias y por la bendición Di-vina en el crecimiento de los alimentos.
Si la lluvia y el sustento son importantes para cualquier ser humano, en el caso de los judíos que recitamos el Shmá diariamente, tenemos muy en claro que las precipitaciones en la tierra de Israel dependen directamente de la observancia de las Mitzvot. O sea, que la abundancia de lluvia es una demostración clara de afecto del Todopoderoso, en una tierra que “por naturaleza” no sería más que un desierto.
¿Por qué los círculos? No sabría explicarlo yo, pero sí sabemos que los israelitas, al conquistar la tierra de Israel, debieron circular siete días alrededor de la muralla de Ierijó - símbolo de la resistencia y oposición a la idea de la Providencia Di-vina que caracterizaba claramente el pueblo de Cnaan - y luego las murallas cayeron).
En la época en que existía el Bet HaMikdash, los Kohanim circulaban alrededor del Mizbeaj (altar) con sus Lulavim, o con sus Aravot. Hoy no tenemos Mizbeaj, pero sí tenemos la Torá que nos ha acompañado durante toda la travesía del exilio. Un integrante de la sinagoga se para en el centro del Bet HaKneset y todos giran alrededor de él, como si fuera el Bet HaMikdash.
Si bien el texto de las Hoshanot es distinto para cada uno de los días de Sucot, se repiten todos los días las palabras AN”I VAH”O. ¿Qué significan estas extrañas palabras? Rash”í explica en el tratado Sucot que estos son Nombres del Todopoderoso (se extrae estos nombres a través de un sistema de tres versículos de Éxodo que poseen un idéntico número de letras). En hebreo se utiliza la palabra “Aní”, como el equivalente de “yo” en español.
Sin embargo, para que el que toma consciencia del lugar y rol que tenemos los seres humanos, no existe un “yo” humano como ser independiente de D”s. El único “Yo” en este mundo es D”s. Los seres humanos hemos sido creados para hacer Gloria para D”s, mediante nuestra elección libre y no compulsiva de obrar de acuerdo a Su Voluntad y en eso consiste la semejanza Di-vina que nos caracteriza. El hecho que las personas utilicemos el prefijo “yo” (en minúscula) cuando hablamos de nosotros mismos, es para diferenciarnos tú y de él...
Ahora, nuestros abuelos han aceptado hace más de 3.000 años convertirse en los portadores de la Ley de D”s. En un mundo que originalmente se opuso de modo sistemático a la espiritualidad que emana de la Ley de la Torá, con el correr del tiempo - lentamente y a través del modelo de quienes observaron correctamente la Torá, se difundió y se sigue propagando la santidad del nombre de D”s en este mundo material.
Desde la aceptación de la Torá en adelante, el Nombre de D”s quedó íntimamente ligado al destino del pueblo de Israel. Nos convertimos en la “Luz de las Naciones”, en los promotores oficiales de las ideas de la Torá. Esto es una gran responsabilidad.
Sin embargo, cuando Israel está en el exilio, discriminado, despreciado, acusado falsamente, perseguido y masacrado – poco se puede esperar en materia de servir como modelo al que las naciones quieran emular y aprender de él. ¡Quién quisiera, acaso, copiar el ejemplo de un pueblo perseguido!
D”s está con nosotros en nuestro destierro. Esta frase no es un mero consuelo, sino que realmente expresa la buena (o mala) notoriedad que le damos mediante nuestra existencia y nuestro estado – a la aceptación mundial y generalizada de D”s.
Por lo tanto, pedimos a D”s, que – aun si no merecemos por mérito propio ser salvados, pues que D”s lo haga por Su Nombre y por Su Gloria que está atada a nuestra suerte. El AN”I VAH”O, (Yo y Él), o sea por la Gloria de D”s – sálvanos. Los Sabios en el Midrash consideran que la palabra “Aní” de Iejezkel 1:1 (Yo estaba entre los exiliados...), y “Hú” de Irmiahu 40:1 (Él estaba encadenado entre los exiliados de Ierushalaim y Iehudá a Babilonia)
Sucot es la festividad en la que convivimos con D”s en la Sucá. Mediante lo precario del techo de la Sucá, demostramos que nuestra confianza está puesta en D”s, y no en techos de cemento. En las Hoshanot expresamos que “en las buenas” y “en las malas”, nunca estamos lejos de D”s.
(En Shabbat tenemos un texto de Hoshanot que habla sobre las leyes de Shabbat. Se omiten en Shabbat todas las plegarias que revelan dolor y apremio. Por otro lado, no circulamos al recitar las Hoshanot en Shabbat.)
Jag Sameaj
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