Cuando nos paramos en la sinagoga en la noche de Iom Kipur, nos envolvemos en un mar de blancura. Cada uno, exceptuando a los niños y los bajurim (1), usa una kipá(2) blanca y un talit (3). El Aron Kodesh(4) está adornado con blancas parjot (5); al abrirse el Aron Kodesh, los Sifrei Torá (6)ubicados en su interior, están recubiertos de blanco, y la bimá (7) está recubierta por una tela blanca.
Los talmudistas discuten el simbolismo del color blanco en Iom Kipur. Así como el filete rojo del Beit Hamikdash se volvió de un blanco puro, nosotros deseamos limpiarnos y purificarnos a través de la kapará (8) de Iom Kipur para comenzar un nuevo año fresco y límpido.
Tal vez hay algo más acerca del color uniforme que nosotros vestimos y de su relevancia para Iom Kipur.
Las vestimentas reflejan el status social de cada uno. El largo de la chaqueta, la calidad del traje o el color de la corbata, todo eso refleja lo que somos y lo que hacemos, y cómo queremos que nos vean los demás. Naturalmente, esto puede crear barreras entre la gente. La gente tiende a mirar con curiosidad a los otros, ya sea que se muestren mejor o peor que él, y los juzga de acuerdo a esto.
Esas barreras se quitan cuando todos visten exactamente las mismas ropas. Si todos usan la misma kipá blanca, uno puede mirar más allá de la imagen exterior del semejante y verlo de un modo diferente. Él puede verlo como a otro ser humano quien pese a sus fallas trata de ser una persona mejor. El puede ver a la otra persona como lo que realmente es: tzelem Elokim (9), que está tratando de hacer lo mejor para sostener a su familia y ser un buen judío.
Al liberarse de sus actitudes celosas, él puede ver en la otra persona sus atributos positivos y respetarlo por ello.
Al mismo tiempo, también puede mirarse a si mismo de un modo más agudo dado que se oculta detrás de las ropas protectoras que usa para enmarcar su imagen pública. Despojado de su fachada, él se puede preguntar a si mismo: ¿Qué soy yo realmente? ¿Soy tan sólo una fachada de mi mismo? ¿Estoy viviendo con todo mi potencial, siendo todo lo que puedo ser? ¿Puedo ser una mejor persona que la que soy actualmente? Todo esto conduce a la humildad y a la contricción y a tener un mejor sentimiento de ajdut (10). Cuando todos miran lo mismo, es mucho más fácil crear un vínculo como de verdaderos hermanos.
El piút (11) al final del trabajo en Iom Kipur, muestra que ésta es la escencia de Iom Kipur. El paitán (12) categoriza a Iom Kipur como un día en que nosotros abrazamos la amistad y la hermandad y dejamos que se alejen los celos y la competencia. Es el único día en que podemos abrazarnos entre nosotros por lo que somos y apreciar las cualidades íntimas que cada uno posee.
Esta idea manifiesta por sí sola otro aspecto de Iom Kipur: la Mishná, al final de Taanit, dice que Iom Kipur y Tub’Av eran las festividades más importantes. Todas las muchachas judías debían vestir con vestidos blancos prestados –como un modo de no avergonzar a quienes no tenían ninguno- y hacer shidujim (13). Es notable cómo la Mishná describe la forma en que se vestían estas futuras kalot (14) : ¡todas ellas vestían iguales ropas blancas que no les pertenecían! No era la vestimenta la que las identificaba; lo que contaba eran sus cualidades internas.
Muchos talmudistas se refirieron al concepto de “Iom KiPurim”, como si Iom Kipur y Purim parecieran correlativas, pese al hecho de que ellas son festividades diametralmente opuestas: Iom Kipur es el día más serio; Purim es el día más gozoso.
Tal vez una forma en que se asemejan es la de nuestra actitud hacia la vestimenta en ese día y del mensaje que contiene. En Purim se estila vestir con disfraces. Nosotros no ponemos el énfasis en cómo nos vemos. El simplón se viste como un rav(15) , el rav se parece a cualquier otro miembro de la sinagoga, y el niño parece un adulto. Nosotros no podemos juzgar a una persona por su exterior. Su fachada no significa mucho.
¿Qué tiene de interesante vestir ropas elegantes si el mendigo de la calle, o el hombre simple también pueden vestirlas? Nosotros tenemos la oportunidad de mirar en el interior de cada persona, de apreciar las cualidades interiores que cada judío posee. Iom Kipur brinda esa oportunidad. Uno puede mirar más allá de su propia apariencia externa y apreciar sus profundas cualidades.
Utilicemos este gran día para fortalecer nuestras posibilidades de ser adam lejaveró (16), para que Hashem nos mire favorablemente y nos otorgue a todos un guemar jatimá tová (17).
1-Estudiantes de Torá
2-Solídeo
3-Manto ritual
4-Armario donde se guarda la Torá
5-Volados
6-Rollos de la Torá
7-Tarima
8-Expiación
9-Imagen de D”s
10-Unidad
11-Un himno litúrgico
12-compsitor litúrgico
13-Enlaces de parejas
14-Novias
15-Rabino
16-Estar hermanados
17-Deseo expresado de tener una feliz inscripción en el Libro de la Vida
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