joven de 23 años tuvo que ser intervenido en el Centro Médico Oakwood, luego de que una pelotita de ping pong rellena con un componente químico explotara en su mano.
El Sgto. Pomorski manifestó que el hombre junto con dos amigos aprendieron a armar esa clase de artefactos a través de Internet, empleando además pelotas de tenis.
“Jugar con explosivos es un hábito sumamente riesgoso”, dijo, “un solo error puede hacerte perder la vida o un miembro de tu cuerpo. Yo creo no haber visto nunca algo así, tan peligroso; él tuvo suerte de no haber perdido toda la mano”.
Según Pomorski, luego de haberse accidentado, los amigos del joven pusieron el resto de las bombas no detonadas al costado del camino y lo trasladaron al hospital Oakwood. Más tarde la policía encontró los artefactos y llamó a la Central Antiexplosivos de la Policía del estado de Michigan, quienes desactivaron las bombas.
Nadie fue detenido ni hubo cargos contra ninguno de los implicados, pero el Departamento de Policía de Canton abrió una investigación y envió partes de los elementos encontrados para su investigación en un laboratorio.
Según las leyes de Michigan la fabricación o la manipulación de artefactos explosivos sin permiso puede ser penado con multas de alrededor de 500 dls., o llevar a la prisión, o ambas.
En Canton (Michigan), que es un suburbio de Detroit cercano a “Dearbonistan”, hay una comunidad musulmana paquistaní bastante grande. Pero como suele suceder, los medios encubren las noticias en las que un musulmán está detrás de cualquiera y toda clase de delitos.
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