¿Quién fundó la era del automóvil? Están los que dicen que el padre del primer automóvil fue judío. Dicen que los hechos fueron ocultados como parte de una conspiración de la época nazi. La destrucción masiva de evidencias dejará probablemente este tema envuelto de un misterio eterno. Es poco probable que alguna vez emerja la verdad.
¿Qué es un automóvil?
La pregunta sobre quién inventó el primer automóvil está envuelta de otra pregunta - ¿cuál es la definición de un automóvil? Si uno incluye la idea de una máquina que se mueve por sí misma, el lugar le corresponde a un ingeniero militar francés, Nicolas Joseph Cugnot, quien construyó el primer automóvil a vapor en el 5529/1769. Su tosco artilugio anduvo a una velocidad de 4 km/h y no tenía cambios ni frenos. Por ende Cugnot también tiene el mérito de haber provocado el primer accidente automovilístico ya que durante la segunda demostración de su creación, su vehículo no pudo detenerse y demolió una pared.
La idea de Cugnot tuvo éxito y los vehículos a vapor se convirtieron en aparatos populares en Inglaterra a comienzos del 5561/1801. Fueron lo suficientemente populares para amenazar a las empresas de diligencias que utilizaban la acción política para detener el desarrollo de los carros a vapor, imponiendo altas tarifas que los sacaban fuera del negocio.
Los vehículos a vapor pasaron a ser populares en los Estados Unidos. En el año 5660/1900, 1170 de los 2300 vehículos registrados en varias ciudades norteamericanas eran a vapor. 800 eran eléctricos y 400 usaban gasolina.
Pero Cugnot no es reconocido como el padre del automóvil ya que hoy en día la palabra generalmente es connotada con un vehículo que anda gracias a un motor de combustión interno. Es decir, un motor que quema su propulsor está opuesto al motor de vapor donde el propulsor (el vapor) es calentado mediante una fuente secundaria (fuego). El primero de estos motores, diseñado por el físico holandés Christian Huygens en 5440/1680, era alimentado con pólvora.
Según esta definición, el inventor del automóvil fue el belga Jean Joseph Etienne Lenoir. Inventó un motor de combustión interno alimentado con gas carbónico, montado sobre un vagón de tres ruedas que realizó un viaje de 80 km en el 5622/1862.
Pero quedó afuera de la lista de consagrados porque “el poder” prefirió definir el primer automóvil como el primer vehículo conducido mediante combustible líquido.
Los judíos reclaman dicha fama gracias a dos correligionarios, el inventor de la gasolina, Abraham Schreiner (5570/1810 – 5630-1870) de Galicia y el inventor del vehículo prematuro, Siegfried Marcus.
Había tanto petróleo en aquella época en el distrito de Drohobitch de Galicia, donde vivía Schreiner, que todo lo que uno tenía que hacer para encontrar petróleo crudo era cavar una fosa y el petróleo salía solo. No se utilizaba mucho. Parte del lubricante se utilizó para iluminar las calles a partir de 5260/1500. La sustancia negra y viscosa también era utilizada para la lubricación, trabajos con cuero y por curanderos.
Schreiner comenzó produciendo velas de petróleo crudo. Cuando intentó separar el petróleo crudo en sus elementos en una olla sobre una cocina, casi voló en pedazos en el proceso. Schreiner finalmente logró extraer la gasolina del petróleo. Empobreció después de que su taller se haya incendiado y los norteamericanos comenzaron a producir gasolina a un precio más barato. Pasó el resto de sus días en la antigua profesión judía de venta de licor a los campesinos.
El constructor de vehículos, Marcus, nació en Malchin, Alemania, en el 5591/1831 y se mudó a Austria a los 21 años de edad. Inventor prolífico, registró 131 patentes en 16 países.
Su invención automovilística fue un producto secundario en su intento de crear luz mezclando gasolina con aire. Al comprender que el efecto explosivo resultante podría servir como combustible para vehículos, produjo un carburador primitivo y construyó su primer prototipo en el 5624/1864. Se sacudió a lo largo de unos 180 metros. Conocido como el “primer automóvil Marcus”, para arrancarlo hacía falta una persona fuerte que levantase el vehículo en su parte trasera y le dé a las ruedas un fuerte giro.
Este automóvil es reconocido como el primer automóvil que utilizó combustible líquido. Pero se lo considera demasiado primitivo para ser prototipo de los corceles modernos.
Entonces Marcus mejoró su vehículo y salió con el “Segundo Automóvil Marcus” que podría calificarse como el primer automóvil jamás construido. La mayoría de los historiadores aceptan que no hay evidencia concreta respecto a que fue construido antes de 5648/1888 y su opinión es generalmente aceptada.
La batalla de la cultura nazi
Aquellos que reclaman que Marcus construyó el primer automóvil le echan la culpa a la escasez de evidencias sobre la política de la Alemania nazi de erradicar toda evidencia de que la ciencia haya avanzado gracias a alguien más que la raza aria. Un ejemplo de este tipo de actividad está registrado en la siguiente reglamentación alemana del 28 de diciembre, 5698/1938:
“El Ministro Presidente General Mariscal de Campo Goering, comisionado para el Plan de Cuatro Años.
“SECRETO.
“Según mi informe el Fuehrer ha tomado las siguientes decisiones sobre la cuestión judía… Una preocupación inmediata es la arianización de las plantas y negocios empresariales, propiedades de campo, bosques, etc… Las patentes judías son valores de propiedades y por ende deben ser arianizados también…
“Firmado: GOERING”.
El proceso también es mencionado en una publicación alemana (“Du bist sofort im Bilde”) un año más tarde, que describe cómo Alemania manejó “el problema judío”.
“Los judíos tienen prohibido tener negocios, firmas o filiales de correo y firmas de oficios independientes. También tienen prohibido ofrecer artículos o servicios comerciales en los mercados, exhibiciones o ferias de comercio de todo tipo… Las patentes importantes y secretos comerciales deben ser transferidos al control no-judío”.
Luego de la promulgación de esta política, luego de la Anschluss (anexión) alemana de Austria, los alemanes investigaron las oficinas de archivos de patentes, destruyendo los registros de los inventores judíos.
La evidencia física de los genios judíos también fue erradicada. Quitaron un monumento que había sido erguido en conmemoración a Marcus frente a la Universidad Técnica de Viena. Incluso planearon destruir el “Segundo Automóvil de Marcus” que había sido preservado, funcionando, en el Museo del Comercio y la Industria de Viena. El vehículo se salvó a último momento por un empleado no identificado del museo que lo ocultó construyendo un muro de ladrillos.
Marcus fue reconocido oficialmente después de la guerra el intendente vienes reemplazó su monumento en 5709/1949 y un año más tarde su automóvil fue presentado, triunfante, por las calles de la ciudad a unos 8 km/h. Incluso se fundó la Sociedad de Siegfried Marcus en Austria en el 5758/1998 cuyo objetivo fue “proveer una rectificación de la prolongada injusticia que se le hizo al ingenioso creador e inventor del automóvil, Siegfried Marcus”.
Pero es poco probable que esta sociedad tenga éxito. La evidencia, si es que existió en un primer lugar, parece haberse perdido para siempre.
Por ende el honor de la construcción de los primeros automóviles pertenece a dos alemanes: Gotlieb Daimler (asistido por su ayudante judío, Max Rose), quien recibió una patente en 5645/1885 para un prototipo de un moderno motor a gasolina, y Carl Benz, quien obtuvo una patente para el primer vehículo a gasolina en 5645/1886.
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