El jueves 26 de abril, a las 16.30 hs. los medios comunitarios se reunieron con las máximas autoridades de la AMIA en el edificio de Uriburú 650, a fin de que conocieran las nuevas instalaciones que allí se construyeron. La obra emprendida, próxima a inaugurarse, son la planta baja, el primer y segundo piso.
A continuación los periodistas y los directivos se trasladaron hasta la sala de sesiones de la Comisión Directiva de la AMIA, donde el presidente de la institución, Luis Grynwald; los dos vicepresidentes, José Kestelman y José Adasko y el tesorero, Elías Kiperman mantuvieron la tercera conferencia de prensa de las actuales autoridades con la prensa comunitaria.
Luis Grynwald, luego que se repartiera entre los presentes el Informe de Gestión del primer trimestre del 2006, amplio los conceptos allí vertidos y agregó otros que no fueron incluidos.
También se les dio a los periodistas una copia del Comunicado de Prensa emitido el día 24 de abril, referido a la postura de la actual conducción frente a la investigación del atentado a la AMIA.
Mientras que el Informe de Gestión y las aclaraciones y agregados efectuados por Luis Grynwald fueron aceptados sin problemas, no ocurrió lo mismo cuando se trato el Comunicado de Prensa, pues algunos de los presentes plantearon objeciones, que José Adasko intentó responder, llegando a afirmar en una de sus intervenciones que la actual conducción de la AMIA no está dispuesta a realizar anuncios rimbombantes que luego queden en la nada.
Es evidente que a la actual conducción de la Kehila no se siente del todo cómoda cuando se le objeta la actuación de la institución en el tema del atentado.
El comunicado en cuestión, de dos páginas de largo, titulado “Libertad, Verdad y Justicia” comienza diciendo “Ante la falta de avances concretos en las investigaciones por el atentado terrorista perpetrado contra la AMIA, consideramos que es necesario hacer un análisis crítico, un balance reflexivo, del papel desempeñado en todos estos años por la dirigencia de AMIA”. Agregando más adelante “La comunidad y la dirigencia de AMIA se sienten obligados permanentemente a dar explicaciones de lo sucedido. Seguramente cometimos errores, de algunos somos plenamente concientes, es probable que de otros todavía no”. Pero no mencionan cuales son los errores de los que son conscientes.
El comunicado dice en una de sus frases “La falta de justicia facilita que sectores de nuestra comunidad sostengan visiones diferentes con respecto al proceso judicial y de esta manera estén enfrentados, sin que ninguno sea el enemigo real del otro. Producto de esta confusión se han mezclado las responsabilidades de las distintas instancias damnificadas. Los enemigos son los terroristas, la impunidad y quienes se benefician con ella”.
Para quienes a lo largo de los casi doce años transcurridos desde el 18 de julio de 1994, lo planteado en el comunicado es conocido y por lo tanto muchos de los periodistas comunitarios, que debido a la peculiaridad de la prensa judía son también azkanim, en lugar de escuchar y preguntar, plantean sus opiniones, muchas veces opuestas a lo que la conducción de la AMIA expresa.
Una situación similar se producía, hace unos años, con la DAIA, en la época en que José Hercman era su presidente. Ante esa situación Hercman planteó en más de una oportunidad que cuando la DAIA convocaba a una conferencia de prensa a los medios comunitarios era para informar su posición y para responder preguntas, no para discutirlas.
Quizás las actuales autoridades de la AMIA opinen de la misma manera, y puede que tengan razón, pero tienen que reconocer que a los periodistas comunitarios les interesa tanto como a ellos, en tanto miembros de la comunidad, que se conozca la verdad, haga justicia y se castigue a quienes ejecutaron el atentado como a los que a lo largo de estos casi doce años pusieron trabas en la investigación.
Nosotros, LA VOZ JUDÍA, teníamos la intención de realizarle varias preguntas a Luis Grynwald sobre los comentarios que circulan referidos a que un sector del cementerio de La Tablada será destinado a dar sepultura a personas que para la Halajá no son judías; el motivo por el cual la AMIA, que brinda ayuda económica a escuelas secundarias judías no hace lo mismo con las yeshivot que educan a jóvenes de 12 ó 13 años hasta los 18 años; por qué la AMIA es copatrocinador de un seminario para dirigentes en donde se considerara como integrar a las parejas formadas por personas de distinta origen cultural, es decir por un judío y un no judío.
No pudimos hacerlas debido a que minutos antes de las 18 hs. Luis Grynwald manifestó en forma reiterada que tenía que retirarse. Para esa hora estaba planificado un acto destinado a entregar el Premio AMIA a dos educadores judíos.
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