Los soldados judíos que sirven en la armada norteamericana en Irak tienen, cuanto menos, una chance: ¡el Sefer Torá que se ha utilizado no es más que un vulgar rollo impreso que ni siquiera es apto para su lectura en público! Esto ha sido descubierto por un turista americano que estuvo de paso recientemente en Irak y que se integró a un débil minián que se reúne en la base Victoria, al costado del aeropuerto de Bagdad, y que está ocupada por 15.000 soldados.
El capellán militar judío es ortodoxo, de nombre es Mitchel Sharanz, y él sirve en la armada americana desde hace, ya, 28 años. Su familia vive en Italia. El parte de la base de que esos jóvenes judíos que vienen a rezar en Shabat están, por definición, muy alejados de toda la tradición, pero el hecho de estar separados de sus familias, y de encontrarse lejos de sus hogares, así como el tener que enfrentarse a una situación delicada, los anima a reflexionar acerca de su condición y de su origen. Rabeinu, tal es el nombre que acordaron en darle los soldados a su capellán, tanto por su edad relativamente mayor como por su experiencia, demuestra ser muy importante a la vista de esos jóvenes. Antes de rezar se programa el Kidush, puesto que el Rav plantea grandes discusiones con sus jóvenes soldados.
El vino que se utiliza es totalmente Casher. En cuanto a las armas, les está prohibido a los soldados permanecer sin ellas. Por lo tanto, aunque ello no sea demasiado valedero durante el Shabat, el Rav decidió que sería imposible hacerlo de otra manera, en vista de la situación de emergencia de los Americanos en Irak.
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