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Recientemente se inauguró en Lárnaca, Chipre, un Centro Comunitario Judío. Es la única sinagoga del país.
La ceremonia incluyó un hajnasat Sefer Torá – donado por la familia Iehudiel de Ashdod – se colocó la piedra fundamental de un mikve y se nombró al rabino de la comunidad.
La nueva sinagoga y centro comunitario fueron construidos con la ayuda de la familia Rohr de Miami y Nueva York.
Rabi Arie Zeev Raskin, que ha estado en Chipre durante dos años, fue nombrado rabino de la comunidad de Chipre. Oriundo de Kiriat Malawi, él, su mujer Shaindel, nacida en Jerusalém, y sus cuatro pequeños niños son la única familia judía observante de la isla.
“Pero la gente aquí está muy interesada en mantener los lazos con el pueblo judío y su tierra”, dijo Rabi Raskin “y están excitados por la apertura del centro”.
La historia de los judíos de Chipre prácticamente no existe. En 1571 los conquistadores turcos intentaron llevar a la isla judíos de Grecia y de Tierra Santa, principalmente de Tzfat, pero los judíos regresaron a su hogar ni bien pudieron. Los siguientes judíos que llegaron fueron aquellos que no lograron ingresar a la tierra de Israel, impedidos por las fuerzas británicas luego de la Segunda Guerra Mundial.
Unos 52.000 fueron enviados a Chipre; 2.000 bebés nacieron en Chipre mientras los judíos esperaban el permiso de ingreso a Israel.
“Ahora estamos creando una nueva vida para los judíos aquí”, dijo Rabi Raskin después de meses de esfuerzo tanto en la educación como en obtener el permiso del gobierno para el nuevo centro.
“Actualmente hay unas 300 familias aquí – muchas oriundas de Israel y otras de Rusia, Inglaterra e incluso del Líbano”.
Entre las actividades judías que tiene la comunidad hay un jeder y una pequeña escuela.
El jeder comenzó con tres niños, dijo Rabi Raskin, “luego creció a 10, 18, entonces bajó a 5 y ahora estamos de nuevo en 20.
Con todas estas fluctuaciones no podemos desalentarnos; es un largo proceso pero los métodos de prueba y acierto para traer la Torá a los judíos ya se demostrarán.
Durante mucho tiempo tuvimos sólo nueve judíos en el minian de Shabat, convirtiéndolo en una experiencia muy frustrante al faltar sólo una persona para completar el quórum necesario cada Shabat”.
Entre los huéspedes de la ceremonia estuvieron el rabino principal de Israel, Rabi Yona Metzger, el intendente de Lárnaca, embajadores y líderes comunitarios judíos de Israel y otros países.
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