Haaretz odia a los judíos religiosos
Marvin Schick
A pesar de que la mayoría de los israelíes, incluso aquellos que apoyaron con firmeza la retirada de la Franja de Gaza, derramaron lágrimas y compartieron el dolor de aquellos que tuvieron que abandonar sus hogares y cuyas comunidades fueron destruidas, hubo gente que siguió atacando a estos judíos religiosos y fuertes que seguramente están entre lo mejor que tiene Israel.
El mundo ultra secular israelí, representando por el diario Haaretz, hizo su mejor esfuerzo para agregar dolor, para agregar su larga trayectoria de odio hacia el judaísmo.
Escribo estas palabras a bordo de un avión después de haber estado en Israel durante más de un mes. Todos los días leía el diario Haaretz en inglés, un ejercicio difícil porque el diario denigraba y demonizaba sin cesar a los habitantes judíos de Gaza y a la judería religiosa en general. En mis años de experiencia no logro recordar un sólo numero de Haaretz que no traía consigo algún artículo antirreligioso.
Dos semanas antes de que empezara la retirada Haaretz publicó que los judíos de Gaza son “criminales”. Más adelante el diario sugirió que el gobierno demuestre un “puño de acero” contra estos judíos. ¿No resulta interesante que aquellos que pretenden ser liberales y conscientes de los derechos humanos pueden publicar una frase fascista de este tipo, demostrando sus sentimientos hacia los judíos religiosos?
A pesar de los difícil que es atravesar este montículo de basura, el esfuerzo nos permite comprender cómo sucedió que durante el Holocausto hubo judíos cuyo odio hacia el judaísmo era tan grande que colaboraron con aquellos que masacraron a nuestro pueblo. Existe un síndrome de kapo en nuestra semilla negativa.
¿Qué tuvo para decir Haaretz mientras cientos de miles de israelíes lloraron, incluyendo a los soldados? En una nota llamada “Extorsiones de la Santidad” se pronunció violentamente en contra de los esfuerzos para salvar las sinagogas de Gaza. Hablando de “actos de trastorno mesiánico” el diario opinó, “las paredes de las sinagogas, sus pisos, techos y cualquier otra parte de la estructura dentro de la cual la gente reza, no son sagradas ni sacrosantas”.
Resulta sorprendente ver que aquellos que se burlan de nuestra religión pretenden saber todo sobre nuestras leyes judías. Haaretz está, por supuesto, equivocado acerca de nuestras leyes judías de la misma manera que lo es cada vez que pretende ofrecer un juicio moral. De hecho he citado sólo una pequeña parte de una editorial alunada que en tres ocasiones habló del esfuerzo para salvar las sinagogas como un “chantaje”.
Es hora de decir que a pesar que el diario está escrito en hebreo por israelíes cuya mayoría es judía, Haaretz no es un diario judío. Es un diario antijudío publicado por personas que odian nuestra religión, odian nuestra herencia, odian a la mayoría de nuestra gente y a nuestra tierra.
Cuando comenzó el proceso de retirada, Haaretz publicó otro artículo diciendo que “después de décadas de ocupación, Israel tiene la obligación de ser la primera en dar asistencia y rehabilitar Gaza asegurando la prosperidad palestina”.
Si esto no es locura, ¿qué es? El líder palestino Mahmoud Abbas anunció que la retirada de Gaza es el primer paso y que Jerusalém es el próximo; decenas de miles de palestinos, muchos de ellos armados, marcharon y cantaron la muerte a Israel; la red terrorista en contra de Israel sigue funcionando y su objetivo de destruir a Israel aún sigue vivo en las mentes de casi todos los palestinos. ¿Y qué es lo que propone Haaretz? Que Israel tiene la obligación de usar su tesoro y dárselo a los palestinos.
Es extraordinario ver cómo esta alcantarilla periodística que odia tanto a los judíos religiosos trata de manera mucho más favorable a aquellos que odian a Israel.
Un comandante del ejército israelí preso por haber insultado soldados ortodoxos
Por Judith Weil, Jerusalém
Un oficial del ejército israelí que insultó a un soldado religioso fue sentenciado a 28 días de prisión.
Los soldados, que habían completado su entrenamiento básico en la base militar de Zikim, se quejaron que uno de sus superiores había dicho que no quería ver sus rostros y que estaba avergonzado de “personas como ustedes”.
En otro incidente el comandante se negó a permitir al soldado una revisación médica que éste había solicitado, y cuando el soldado se quejó el oficial superior dijo que su jefe inmediato debería pisarle la kipá.
Los oficiales del ejército dijeron que se trata de un hecho grave y que una investigación será llevada a cabo.
“Es un caso de un comandante rebelde que no respeta las instrucciones, las ordenes y la dignidad humana”, dijo el oficial.
En los círculos del Hesder (ieshiva donde se combina el estudio con el servicio militar) se preguntan si se trata de casos aislados o si los oficiales estaban simplemente demostrando en público los sentimientos que sus superiores expresan en las reuniones privadas cuando no temen ser escuchados.
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