Hace ya muchos años que el judaísmo ortodoxo se queja de la notable cantidad de no judíos que ingresan al pueblo judío residente en Israel, vía la aliá rusa.
Esa infiltración tiene consecuencias desastrosas tanto en el plano social como humano, ya sea en los fenómenos de prostitución o de droga; los cultos no judíos y la mafia se han desarrollado con mucha fuerza debido a la presencia de esos cientos de miles de no judíos. Y eso sin hablar del antisemitismo que se les ha comprobado...
Pero, oficialmente, de eso no se habla. Por esta razón, resulta interesante la declaración del responsable de la policía de Haifa, Nir Marías, quien dijo: “Si se quisiera verificar el estado de la población de los olim en relación con la población más antigua, se podrá comprobar que su participación en las fechorías es muy superior a su crecimiento demográfico.
En consecuencia, es necesario verificar mejor a quién se acepta y de qué modo él se integra”.
Esa constatación se inscribe en una ola sin precedentes de delitos que ha sorprendido en las últimas semanas a toda la población del pais, y los nombres de las personas que fueron publicados son, inequívocamente, originarios de la aliá rusa.
Ahora bien, las críticas a esa valiente declaración fueron numerosas, pero inmediatamente después de la misma, fue la existencia de un grupúsculo neo-nazi israelí la que tomó estado público.
El mismo estaba formado por unos 20 olim rusos, incluidos dos soldados israelíes.
¡Los no judíos que viven en Israel y que reciben todos los beneficios de los nuevos inmigrantes, son admiradores de Hitler y de su gran proyecto de exterminación del pueblo judío! ¡Es lo único que nos faltaba!
El diputado Itzjak Cohen, del partido Shas, ha presentado una propuesta de pedir a posteriori, la identificación de la identidad de los candidatos a la aliá a su pais, y es probable que las instancias gubernamentales mismas se pongan en guardia frente al grave problema que plantea esta gente.
Colette Avital propone, por su parte, que la nacionalidad israelí les sea retirada a todos aquellos que declaren abiertamente tener afinidad con los movimientos neo-nazis.
Pero el hecho es que la ley, en Israel, no preveía este tipo de casos: hasta el momento, en efecto, no se conocian y era inimaginable que existan en el pais.
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