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Un hombre de negocios ortodoxo de Montreal había terminado de sacar unas valijas de un taxi en el aeropuerto de La Guardia cuando se dio cuenta que faltaba una.
El copropietario de Crown Ring en Montreal levantó la mirada pero ya era demasiado tarde – el taxista ya había acelerado, sin darse cuenta que aun llevaba en el baúl una valija cuyo valor era de varios cientos de miles de dólares.
“Grité y recé”, recordó el hombre de negocios cuando le preguntaron cuál había sido su primer reacción. También dijo haber hecho llamados telefónicos a “varios rabinos importantes de Israel”.
Entonces regresó al hotel para ver los videos del establecimiento para ver si podían identificar la patente del taxi, pero a causa del sol resplandeciente los números no se veían.
A varios kilómetros de ahí, el taxista que ignoraba la angustia de su cliente, abrió su baúl y vio “un portafolio extraño”.
“Al abrirlo encontré las joyas adentro”, dijo Hossam Abadía en una entrevista. “En su mayoría eran cintas de boda, muchas de ellas.
Fue algo increíble. Nunca había estado en una situación parecida”.
El taxista de 30 años buscó en el interior del portafolio y encontró una tarjeta personal del hombre de negocios. El nombre coincidía con el que llevaba el portafolio entonces después de un llamado a Crown Ring en Montreal, Abadía consiguió hablar con el cliente.
Ambos se encontraron en La Guardia, lugar donde el taxista devolvió el maletín.
“Fue un gesto increíble”, dijo el hombre de negocios. “Fue muy humanitario de su parte; el taxista es un perfecto ejemplo de humanidad”.
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