Dos hermanas procedentes de Tennessee, que estaban de vacaciones en Londres, formaban parte de los pasajeros del subte que resultaron heridos por las explosiones y fueron hospitalizadas.
Kathleen “Katie” Benton, de 21 años, y Emily Benton, de 20, ambas estudiantes universitarias, estaban el el subte en el momento en que fue impactado por una explosión.
Paradójicamente, otro americano famoso, que había sido testigo de otras escenas de carnicería semejantes, se encontraba presente en el lugar del atentado, en el mismo momento. Rudolf W. Giuliani, cuyo mandato como Alcalde de la ciudad de Nueva York sufrió una transformación a partir del 11-9, se encontraba en viaje de negocios en Londres cuando se dio cuenta de que estaba a media cuadra de la primera explosión en dicha ciudad, ese jueves por la mañana. Pasado el momento, habló del impacto del sonar de las sirenas mientras los rescatistas corrían en dirección al lugar de la explosión, en la estación de la calle Liverpool, y de la creciente concientización, a medida que se informaba de nuevas explosiones, de que se trataba de un atentado terrorista.
“Para mi fue muy, pero muy pavoroso encontrarme justo allí, nuevamente, cuando uno de esos ataques terroristas estaba teniendo lugar”, dijo el Sr Giuliani.
Giuliani habia viajado al Reino Unido a fin de dar un discurso de apertura en una conferencia oficial, el dia miércoles. Repentinamente se encontró a si mismo en un territorio extrañamente familiar, admirando la resolución de los londinenses de enfrentar al terrorismo que exclamaban que no permitirían que los terroristas destruyan su estilo de vida.
Cuando reporteros británicos le preguntaron al Sr. Giuliani cómo se debía actuar frente a los actos de terrorismo, él respondió que, luego de los ataques 11-9, se había inspirado en los británicos y en la forma como Winston Churchill y el pueblo de Londres se habían podido preservar durante los incesantes bombardeos de la última guerra mundial. “El 11 de Septiembre, el pueblo de Londres fue quien me dio fuerza”, dijo.
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