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Los efectos del acto del 18 de julio
Como era de esperar, y dado que los discursos del acto central de conmemoración del 11 Aniversario del atentado contra la sede de la AMIA no fueron, en absoluto complacientes con el gobierno ni con la justicia nacional, la respuesta de las autoridades no se hizo esperar ni resultó, tampoco, nada complaciente con la comunidad.
Casi al mismo tiempo, el presidente Kirchner y el canciller Bielsa, devolvieron cada uno en su estilo, la “pelota” que se les arrojó desde el escenario esa fria mañana del 18-J.
El canciller, defendiéndose de las acusaciones lanzadas por el nuevo presidente de AMIA, el Dr. Luis Grinwald, referidas a que a once años del ataque terrorista, “duermen en la Cancillería” los exhortos enviados a Iterpol con el pedido de captura internacional de los 14 iraníes sospechados de estar involucrados en la ejecución del atentado. Y el presidente Kirchner, quizás, defendiéndose de la insatisfacción de los Familiares con los resultados del olvidable juicio a los imputados, y por la presión que los mismos volvieron a ejercer sobre el gobierno para que se esclarezca el atentado y se condene a los culpables, más allá de reconocerle su declarada buena predisposición al respecto. (No deja de ser interesante también, en el discurso de los Familiares, la mención al resarcimiento económico que el gobierno estaría por dar, no se sabe si a todos ellos o a Memoria Activa solamente. Al respecto, destacaron el tufillo “político” del decreto que el presidente acababa de firmar horas antes del mencionado acto).
En fin, que el presidente Kirchner respondió a tales acusaciones, volviendo a cargar la culpa sobre las víctimas, diciendo que las autoridades de la comunidad de esos años eran “corresponsables” de la falta de esclarecimiento.
Por su parte, el canciller Bielsa, envió una dura carta documento a la conducción de la AMIA, exigiéndole que se rectifique públicamente de sus declaraciones, aclarando que las acusaciones formuladas a su cartera eran infundadas.
Otro tema de fricción con el gobierno fue la invitación formulada al embajador británico John Hughes, presente en el acto, para que prendiera la vela número 86, representando simbólicamente a los muertos en el atentado perpetuado en Londres diez dias antes del acto.
¿Habrá imaginado el presidente y su gabinete que sólo con estar presentes en el acto, o con la retórica aceptación de la culpabilidad del estado en la falta de esclarecimiento, o con los magros pesos que algunos familiares cobrarían, la comunidad se sentiría satisfecha y le agradecería sus servicios? ¿O que los invitaría al escenario a dar un discurso y encender una vela de homenaje a los muertos sin justicia?
Con el correr de los dias la tensión fue bajando y, al parecer, se encontró alguna salida elegante al conflicto. Pero lo dicho, dicho está. Tanto de un lado como del otro.
El nuevo integrante de la familia mediática: Telesur
Pocos dias después de los episodios relatados, nos enteramos del lanzamiento de una nueva señal televisiva, Telesur, que es producto de una iniciativa de los gobiernos de Venezuela, Cuba, Argentina y Uruguay. Manifiestamente, según lo expresado por el presidente Chávez, de Venezuela, el proyecto responde a la búsqueda de promoción de la integración regional latinoamericana, y a contrarrestar el flujo de información procedente de “otras fuentes globalizadas” (léase “CNN”).
En nuestro pais, el lanzamiento que contó con la participación telefónica del presidente Chávez, principal promotor de la idea, sin dudas, fue reproducido dias pasados por el Canal Siete. Dicho canal estatal se dispone a emitir ya a partir del mes en curso, un noticiero latinoamericano diario, de media hora.
Pero el proyecto es de extender transmisión a las 24 horas, desconociéndose aun a través de qué señal lo haría.
El lanzamiento de Telesur se realizó desde Caracas, pais que en la actualidad preocupa a los EE.UU. por la orientación de su gobierno. Y, al parecer, se espera que dicho canal lance un fuerte discurso antinorteamericano.
A juzgar por algunos de los paises que lo integran, no habrían dudas de que así será.
Queda por saber qué actitud tomará el gobierno argentino, que así como tiene un discurso ideológico antinorteamericano, por un lado, por el otro hace todo lo imposible por recibir el respaldo de los EE.UU. en materia económica.
Lo que resulta más preocupante de todo en el nuevo experimento televisivo Telesur, es que en estos dias, circuló la novedad de que el mismo estaría asociado a la cadena televisiva árabe “Al Jazzeera”.
Dicha cadena, muy divulgada en Europa pero desconocida aun en Latinoamérica, es nada menos que la que difunde la voz del mundo árabe a través del mundo.
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