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Israel tiene una de las mayores tasas de enfermos de cáncer de piel en el mundo. Cifras que han sido publicadas recientemente demuestran unos 940 casos diagnosticados anualmente, en una población inferior a los siete millones. Según la Organización Mundial de la Salud, las proporciones de Israel son superadas sólo por Nueva Zelandia, Australia, Noruega y entre los habitantes norteamericanos provenientes del Caucaso.
Casi todos estos casos israelíes están dentro de la población judía. Según las cifras de la OMS el cáncer de piel es muy rara vez diagnosticado dentro de la población árabe, donde la tasa de diagnostico de la enfermedad está un cinco por ciento debajo de la tasa en la población judía.
Las estadísticas de la OMS no fueron analizadas según el nivel de observancia, pero la tasa de enfermos dentro de la sección no observante del pueblo judío es aun peor de lo que sugieren las cifras.
Esto es porque, según un estudio anterior, el porcentaje de personas que sufren de cáncer de la piel dentro de la comunidad observante es relativamente bajo, especialmente dentro de la comunidad jareidi, en comparación con la comunidad secular. Parece que hay motivos principales para esto: los religiosos por lo general llevan cubierta la cabeza, visten con ropas de manga larga y por ende están bien protegidos del sol. Además, mientras para la mayoría de los israelíes seculares el Shabat es el día de playa principal, pocos judíos observantes pasan el Shabat tomando sol, en la playa o en cualquier otro lugar.
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