La conmemoración del próximo aniversario del atentado a la AMIA nos obliga a repensar muchos de los conceptos que a lo largo de estos once años hemos planteado como comunidad judía organizada.
Sin lugar a dudas que lo ocurrido en los últimos doce meses, desde el 18 de julio de 2004, nos han demostrado que las peores expectativas sobre el juicio oral que sosteníamos eran optimistas.
Si bien desde mucho antes que se conociera el fallo del Tribunal Oral Federal Nº 3 se sabía que la imputación a los ex policías bonaerenses sería dejada de lado, que lo mismo ocurriera con Telleidin sorprendió hasta a los miembros de Memoria Activa.
La suma de irregularidades en la investigación e instr4ucción de la causa, detalladas ampliamente por los jueces demuestra, de alguna manera, que estamos hoy casi igual que a las pocas semanas de ocurrido el atentado en todo lo que tiene que ver con los ejecutores materiales del mismo y quienes les brindaron la cobertura local.
El estado actual de la causa esta casi paralizada, o por lo menos eso es lo que parece pues no se conocen los avances si los hubiera y la necesidad de que se considere imprescritible el atentado es una demostración de lo que estamos diciendo.
Hace pocos días se conoció el fallo del juicio al ex comisario Carlos Castañeda, de la Policía Federal, condenándolo a cuatro años de prisión efectiva e inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena, siendo este el único caso hasta el momento en que alguien acusadoi por entorpecer la investigación es juzgado. Castañeda estaba acusado por la desaparición de los 68 casetes que contenían grabaciones de escuchas telefónicas a Carlos Telledín previas a su detención; rollos fotográficos sin revelar, videocasetes y disketes secuestrados en diversos allanamientos.
El 20 de junio pasad, inicio sus audiencias el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación en la causa en la cual es acusado por “mal desempeño de sus funciones y mala conducta” el juez federal Juan José Galeano debido a las irregularidades que según la acusación cometió en la etapa de instrucción del atentado a la AMIA. El castigo que se le impondrá si es considerado culpable es la destitución de su cargo de juez, lo que permitirá que luego sea acusado por haber obstaculizado la investigación, ocultado y destruido pruebas, concertado con Telledín la declaración por la cual se imputó a los ex policías bonaerenses como participes necesarios, como mínimo.
El Gobierno Nacional se ha comprometido a que el atentado a la AMIA no quedará impune, y ha puesto en marcha algunas medidas que lo corroboran, aunque teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y todo lo ocurrido en estos once años pensamos que será muy difícil obtener los resultados esperados. Además está el riesgo que los jueces consideren prescripto los delitos por un lado o que si por ley de la Nación de lo declare imprescriptible, no lo acepten pues sería una ley retroactiva y el sistema legal argentino no las acepta.
Por otra parte tenemos la impresión que en las propias instancias centrales comunitarias existe cierto desconcierto sobre cómo continuar con el reclamo de justicia. La misma nos surge pues a menos de tres semanas del 18 de julio no se ha informado de que manera se organizara el acto central conmemorativo y si bien es cierto de que en ámbitos cercanos a los familiares de las víctimas se comentan algunas posibles alternativas, que no informamos pues son sólo versiones no confirmadas.
|
|
|