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En su discurso de iniciación de mandato, el señor Luis Grynwald afirmó que su intención es que la AMIA mantenga “la función de ser la conductora, la entidad rectora que marca y constituye la esencia de la vida judía”, para luego incluir entre ellos el “pluralismo religioso”.
Al ser esta la primera vez que un presidente de la Kehila utiliza este concepto al dar a conocer oficialmente cuales han de ser los principios básicos de su gestión, consideramos necesario que nuestros lectores, y la comunidad toda, conozcan su implicancia.
De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española pluralismo significa “sistema por el cual se acepta o reconoce la pluralidad de doctrinas o posiciones” y pluralidad “1) Multitud, número grande de algunas cosas, o el mayor número de ellas. 2) Cualidad de ser más de uno”.
De acuerdo a la autoridad máxima del idioma castellano lo dicho por el nuevo presidente de la AMIA sería que una de las “esencias de la vida judía” sería: un sistema por el cual se acepta o reconoce la multitud, o un número grande o el mayor número de religiones.
Si bien no estamos de acuerdo con que el judaísmo es una religión, sino una forma de vida basada en las leyes de la Torá, reconocemos que un alto porcentaje de miembros de la comunidad lo identifican, por desconocimiento, con una religión. Partiendo de esta premisa deducimos que para Luis Grynwald en el judaísmo existe “un número grande” de maneras de enfocar su religión, lo que significa que le otorga el mismo valor a los observantes de la Halaja que a aquellos que amparándose en la falta de cultura tradicional judía se dedican a ofrecer un judaísmo light “al gusto del consumidor”.
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